Autoridades reinauguran tren a Mar del Plata. |
El gobierno cumplió dieciocho meses.
Es un año y medio de estancamiento económico que siguen a cuatro años de estancamiento de la era K.
Es mucho. ¿Por qué? ¿Qué pasó?
Los años perdidos (2003-2015)
El gobierno saliente se dedicó a “tirar” dinero en la economía en los años electorales. Así sacó buenos votos en el 2007 y en el 2011, y en menor medida, 2009 y 2013. Los años pares del gobierno fueron para “enfriar” la economía. En el último gobierno de Cristina Fernández el freno al crecimiento se dio por la restricción energética (se había agotado la inversión de la década del 90), y por restricción de balanza de pagos (falta de divisas).
La crisis externa se dio por :
- congelamiento de las exportaciones. Las cuales crecieron únicamente por precios pero se redujeron los volúmenes. Por el retraso cambiario que propuso Kicillof como mecanismo de control de la inflación (como Martínez de Hoz, como Sturzenegger) junto a la aplicación de regulaciones se frenaron todas las otras exportaciones que no fueran soja.
- Se exportaron grandes cantidades de petróleo, pero todas por contrabando, por lo que no influyeron en la balanza de pagos (no vimos ese dinero).
- Ausencia de inversiones externas (que traen divisas) y gran giro de dividendos (desinversión) que sacan divisas.
- Giros patrimoniales de argentinos al exterior. Una parte corresponde a los altísimos niveles de corrupción [1]. Otra parte es dinero genuino que se va por no generarse condiciones para invertir en la Argentina. Ejemplos de dinero honesto: productores agropecuarios que abrieron producciones en Paraguay y Uruguay, los armadores de flota fluvial se fueron todos a Paraguay, etc.
- Restricción al mercado externo de financiación. Por el contrario, Kicillof cerró - incomprensiblemente - algunos pagos a CIADI y Club de París.
- Como consecuencia del retraso cambiario y de una política delirante de precios de Aerolíneas Argentinas se fomentó el turismo al exterior de cualquier pelagatos. El turismo es exportación (si son extranjeros en la Argentina) e importación (si son argentinos en el exterior). Estas importaciones de turismo implicaron profundizar el desequilibrio de la balanza de pagos (*).
Así que la reducción del movimiento económico con el gobierno de Fernández se debió a:
- la caída de exportaciones.
- el aumento de las importaciones de combustibles.
- el aumento de otras importaciones por retraso cambiario.
Cuando un país no exporta, su economía se queda sin locomotora. Querer suplirla con crecimiento interno es de brutos o de mal intencionados. Sólo se logra mediante levaduras (fafafa) varias, pero no es un crecimiento genuino y por lo tanto no es duradero. Requiere de permanentes refuerzos todo el tiempo (como el bótox en las caras de las viejas o en esos labios de felladoras profesionales). Si no se hace mantenimiento, se cae. Por eso durante 2011-2015 se inventaron toda suerte de “levaduras” para estimular el consumo interno - nunca la exportación - lo cual demuestran cual brutos y pelotudos eran.
Levaduras a.k.a. bótox: pagos en cuotas, AUH, más planes, viajes baratísimos a Miami, Ahora 12, precios cuidados, etc. Distintas maneras de poner dinero del estado en los bolsillos de la población para que vaya y compre. Estas iniciativas tenían muchos defectos. Siendo el principal que estimulaba que le compraran cosas a Fernández o a sus socios [2]. Ya sea que la banda gobernante se quedara con una parte o no, lo cierto es que se destinaban gran cantidad de ingresos del tesoro a hacer transferencias a privados.
Una vez más recomiendo el libro de Matías Longoni; FUERA DE CONTROL, sobre los desfalcos de Etchegarya en la ONCCA (feedlots). |
Una parte enorme, pero no la más importante, se dio a las familias mediante distintos mecanismos (planes, AUH). El resto son transferencias a empresas: petroleras, distribuidoras y generadoras de energía, feedlots, concesionarias de peaje, concesionarios de FFCC o subte, empresas de transporte automotor de corta y larga distancia, supermercados por el plan “precios cuidados”, cadenas comerciales por “Ahora 12”. La lista es infinita. Aún así la economía se estancó.
La desocupación no aumentó escandalosamente por la simple razón que el gobierno saliente contrató gente en la misma cantidad que el sector privado despedía.
Así llegamos a las elecciones. El FPV no perdió porque sus candidatos eran espantosos. Perdió porque veníamos de tres años de estancamiento con inflación.
Nuevo gobierno
El nuevo gobierno venía con una enorme ola de esperanza de cambio. Los candidatos tenían tan claras las expectativas de la población que le pusieron “Cambiemos” como nombre a su agrupación. Esto quiere decir: TENÍAN EN CLARO QUE LA POBLACIÓN QUERÍA UN CAMBIO.
A los argentinos (como un todo) no les falta capital. Tienen millones de dólares en el exterior. El exterior es tanto un banco en Uruguay como una lata en el baño.
Miles de argentinos estaban esperando una señal para poder colocar parte de ese dinero (jamás todo, porque todos estamos curados de espanto) en alguna iniciativa: un comercio, un hotel, un taller, una pequeña fábrica, un nuevo camión, algo. La predisposición existía.
¿Qué pasó?
Sin embargo ese crecimiento no se produjo, las inversiones no llegaron, etc.
¿Qué pasó?
Pasaron temas puntuales durante el traspaso de mando, que detallaré brevemente pero que expuse con largueza aquí. (Supermercados e Inflación).
Finalmente, a pocos meses de andar el gobierno tomó varias medidas que desalentaron a los privados, lo que explicaré.
Y por último - y por eso detallé las medidas de gobierno de Cristina Fernández - el sistema económico del gobierno anterior siguió intacto, y por lo tanto, con los mismos resultados. Porque si uno hace lo mismo, obtiene lo mismo.
Desde un punto de vista económico, no hubo cambio de gobierno. Dirán, “el campo está mejor”. Sí, porque eliminó retenciones y los ROE, pero el transporte es caro, los insumos son caros, el dólar está retrasado. El alivio podría haberlo hecho Fernández: “para seguir ordeñando al campo necesito que respiren, dénles un poco de oxígeno”.
Desde un punto de vista económico, no hubo cambio de gobierno. Dirán, “el campo está mejor”. Sí, porque eliminó retenciones y los ROE, pero el transporte es caro, los insumos son caros, el dólar está retrasado. El alivio podría haberlo hecho Fernández: “para seguir ordeñando al campo necesito que respiren, dénles un poco de oxígeno”.
Vamos a lo que sucedió:
Una vez que Macri ganó las elecciones, con un dólar oficial de $ 10, todos los supermercados remarcaron como si el dólar estuviera a $ 15. Ese efecto se vio en noviembre 2015, antes de que Macri asumiera. Supongo que habrá sido igual cadena arriba: Mondélez, Knorr, Sadia, Arcor, Coca-cola, Pepsico, Unilever, Johnson y Johnson. ¿Por qué? Porque giran sus dividendos en dólares y necesitan mantener sus márgenes en dólares, independientemente de los costos internos. Nada podía hacer Macri con este aumento de precios.
Cuando sube Prat Gay, pone el dólar a $ 15. Los supermercados (y supongo que sus proveedores) ponen la mercadería con un dólar de $ 20. Es ahí cuando el ministro Prat Gay dice que el dólar no va a subir a $ 20, que ya habían hecho el aumento a $ 15, por lo cual este segundo aumento es redundante y que deben retrotraer los precios. Las empresas no lo hacen. El resto del gobierno, en particular Peña, se enoja con el ministro. ¿Por qué? Desconozco, pero me atrevo a adivinar que la razón es porque estos dos grupos (supermercados + sindicato de comercio y grandes empresas de productos masivos) pusieron dinero en la campaña. Peña se equivocó. El presidente debió haber apretado a todos estos grupos, porque no les estaba generando ningún perjuicio a las empresas (ya habían hecho el ajuste de precios en noviembre) y si un enorme perjuicio político al gobierno. No lo hizo.
No hacerlo le hizo pasar una Navidad muy triste a mucha gente y eso es imperdonable. Pasó un poco de largo porque había un alivio general al haber perdido el FPV.
Pero esto fue un golpe muy fuerte al gobierno - FUEGO AMIGO - por dos razones: a) le arruinó o entristeció la Navidad a muchos de sus votantes y b) fue el motor de los pedidos de aumentos de salarios en el primer semestre de 2016.
Un incremento - a diciembre 2015 - totalmente fabricado. Finalmente los supermercados no recularon y tuvieron como consecuencia una caída de ventas del 8% durante el año 2016. Sigue hasta hoy. La pelea entre el consumidor y los supermercados ya es definitiva, y no se saldará nunca, o dentro de muchos, muchos años. Es un contrato que se rompió.
Al gobierno le arruinaron una eventual recuperación económica por sacarle dinero de sus bolsillos a los votantes.
Bulgheroni con Macri. |
Después hubo dos medidas inmediatas del gobierno que no fueron de conocimiento del gran público pero que atentaron contra cualquier intento de recuperación: la primera fue el precio sostén al petróleo. El petróleo venía con su precio en picada, una excelente noticia para cualquier importador de energía, como es nuestro caso. El gobierno, en vez de aprovechar esta oportunidad de reducir el costo fiscal y el déficit de la balanza de pagos, decide poner un precio sostén. ¿Qué es eso? Que le garantizaba a las petroleras - todas extranjeras, todas con décadas en el país, todas que hacía años que no invertían un solo peso - a mantener un valor del barril de petróleo, independientemente del costo internacional. Y el gobierno les iba a dar - y les dio [3] - la diferencia. Más o menos la diferencia entre U$S 38 y U$S 68/85.-
Bulgheroni con Cristina Fernández. |
Los hermanos Bulgheroni con el presidente (ahora ex) de YPF. |
La excusa fue la de siempre: si no se lo daban, iban a tener que despedir a los trabajadores del sector. Era infinitamente más barato pagarles un seguro de desempleo con el 75% de su sueldo a todos los petroleros que darle el dinero a Bulgheroni (chinos) y Co. ¿Por qué lo hicieron? Supongo que porque pusieron dinero en la campaña.
Otro error fue mantener un decreto que firmó Cristina Fernández días antes de irse: la devolución del 6% a los exportadores por puertos patagónicos, básicamente oro y pescado. El oro paga 3% de impuestos y así el Estado le paga a las minera un 3% neto por todo lo que se llevan. Un negoción. Este decreto se derogó recién hace unos días. También atentó contra el equilibrio fiscal.
Otro error más fue no hacer el cambio de tarifa (razonable, no la porquería que terminaron haciendo) en diciembre. Así dejaron que todos los arreglos de aumento de salario por los convenios fueran a los bolsillos de los supermercados (y los fabricantes concentrados) y los porteros.
Otra cosa que hizo el gobierno inmediatamente apenas asumió fue: aumentar los impuestos de ARBA, y el ABL en capital (40%).
Esto es: todas medidas para sacarle dinero a la población y por lo tanto deprimir el consumo.
Cuando finalmente el gobierno decidió aumentar las tarifas, lo hizo mal. En lugar de poner un precio por m3 de gas o por Kwh, hizo algoritmos [4] delirantes que dieron resultados dispares y tuvo que ir para atrás. Pero ya era tarde, porque los aumentos de sueldo de las personas se fueron en los aumentos de comida, artículos de limpieza, combustibles, expensas e impuestos fijos (ABL). No quedaba margen para las tarifas. Debió haber entrado antes en el trencito de rapiñas a los aumentos salariales. Entró último. Quiero citar a Espert en esto. Si el gobierno le va a sacar dinero del bolsillo de los ciudadanos para pagar más la luz, debe al menos bajar otra cosa: impuestos por ejemplo. Si mantiene o aumenta impuestos y aumenta tarifas, el resultado es menos dinero disponible para las personas. A lo que demos agregar que la mitad de la cuenta de servicios son impuestos [5].
Hasta acá cosas que hizo activamente el gobierno para frenar cualquier incipiente crecimiento de la economía.
Hay otro aspecto, que hace que podamos definir a Cambiemos como radicales, que es creer en la palabra y no en los hechos. Macri realmente creyó que vendrían inversiones y que las visitas de Obama, Hollande, Renzi implicaban inversiones. Los argentinos no necesitamos que nadie venga a invertir. Necesitamos reglas para invertir nosotros. Reglas que no tenemos.
Renzi y Macri. |
Ellos vinieron para promover sus negocios, que en este momento es el gigantesco curro del calentamiento global y vender sus usinas de energía alternativa. Esto es, los europeos cobran en efectivo del Banco Mundial y nosotros nos endeudamos con el Banco Mundial. Ellos mueven su economía con exportaciones industriales (generadores) y nosotros compramos energía cara y nos endeudamos. Para ellos es redondo. Pero no es para nosotros. Es para ellos. Si a nosotros nos sirve (no sé, creo que no, que tenemos que ir por el biodiesel, pero démosle el beneficio de la duda) adelante. Pero debemos entender que Renzi vino para él, no para darle una mano a la Argentina.
La Canciller Malcorra hizo un viaje secreto a Caracas en el avión de Venezuela en compañía de la Canciller Rodríguez. |
El otro gigantesco error fue promover a la gorda inútil de Malcorra. Esto frenó que Macri se instalara como líder de la región contra los gobiernos narcomarxistas. Esto implica no ser confiable para los grandes grupos o por lo menos verse como lo que es, un hombre timorato y dubitativo. Esto puso en espera cualquier iniciativa de gestión.
Y por último voy a los errores monetarios del BCRA - Sturzenegger - a quien le achaco que le debemos estos dieciocho meses de tristeza.
El BCRA no debió pagar los futuros vendidos ilegalmente por Vanoli. Primero que debió atarse como si fuera Odiseo al mástil a que eran ilegales, porque la denuncia contra Vanoli la hicieron los diputados Prat Gay y Pinedo. Al pagar Sturzenegger reconoce que son legales. Y por lo tanto anula la denuncia. Punto. Esa denuncia ya está muerta. Y Prat Gay y Pinedo tenían razón: son ilegales. Por lo cual debió aplicar cualquiera de la soluciones que muchos profesionales propusieron. La mía es ésta. Cachanovsky, Gasparré propusieron otras. Cualquiera era mejor que lo que definitivamente se hizo.
Veamos las consecuencias: Al pagar tiraron miles de millones de pesos al mercado. Esto hubiera provocado una inflación del 50% en un mes - o aumentado el dólar a $ 25 (esto último hubiera sido malo pero no horrible porque habría estimulado las exportaciones). Entonces el gobierno pagó y les dijo a los que les pagó: dame esos pesos y te pago 25% de interés. Así que quienes ganaron miles de millones con el desfalco de Vanoli-Kiciloff-Fernández, además ganaron miles de millones con intereses del BCRA. Esos intereses se denomina déficit cuasifiscal.
¿Por qué lo hicieron?
Parte porque el breve tiempo en que se discutió si se paga o no, salieron un puñado de operadores (autopercibidos como economistas) en los diarios especializados, en los diarios masivos, en la tele y en la radio a decir “el país requiere seguridad jurídica, los contratos hay que respetarlos”. Quienes sostenían esto - los pagadores de los operadores - eran justamente los bancos, que cagaron a toda la ciudadanía con los depósitos de plazos fijos en dólares en el 2001 y 2002. La otra razón por la que les pagaron es que todas las autoridades monetarias que quedaron (a Melconián y a Szewach que son de otro palo les dieron un shot más pronto que tarde) son de raigambre radical. Son gente de los bancos que tienen y siempre tuvieron como gran operador al Coti Nosiglia. Ponen dinero siempre en las campañas y los bancos son gente de línea directa con esa parte del radicalismo. Todos los que están ya fueron empleados de ellos (Sturzenegger negoció el megacanje durante el gobierno de De la Rúa).
Esta gente hizo ganar miles de millones de pesos a los bancos en estos dieciocho meses con lo que se llama déficit cuasifical. Ése ya fue el negocio entre Machinea y los bancos con Alfonsín (Machinea como presidente del BCRA) y con De la Rúa (Machinea fue el ministro de economía que el partido radical - Coti - le puso al gobierno de 1999-2001).
La receta de Sturze es exactamente la misma de Machinea. Es gente de la UTDT, es gente de los bancos. Hace lo mismo y con los mismos resultados: abortar todo inicio de recuperación mediante medidas restrictivas de la economía (enfrían la economía) mediante aumento de impuestos y aumento de tasa de interés. Y siempre con los mismos resultados.
Todo el año 2016 se tiró a la basura. Y el responsable es Sturzenegger que enfrió la economía con una tasa del 25%. Para no arruinarle un potencial negocio (no un negocio efectivo) a los bancos. Merecen todos juntos el peor de los destinos, lo que obviamente no sucederá.
Hay otras señales que dio el gobierno que fueron leídas, correctamente, como de debilidad, y que hicieran que muchos esperaran hasta invertir. El gobierno intentó despedir a los cientos de miles de empleados que Fernández había incorporado durante 2015. Al primer atisbo de queja por parte de ATE, el gobierno reculó. Además el gobierno aumentó per se en forma descontrolada la planta de personal, dando una pésima señal de austeridad y control del gasto público.
En cuanto al plan económico, mal que me pese decirlo (a pesar de haber arreglado con los hold-outs) es idéntico al del gobierno anterior.
No es sólo que Cambiemos no cambió su política de no frenar los cortes de calles, de seguir con los planes sociales y la AUH, de seguir metiendo presos gente por causas inventadas de pseudo DDHH, de que no haya justicia alguna con los corruptos - excepto en Jujuy -, de seguir dándole dinero a Estela de Carlotto, de no decidirse a pelearse con Venezuela, de seguir sin insumos en los hospitales y las escuelas sin pintar. Cambiemos tampoco cambió la política económica de Cristina Fernández.
Por eso me detuve en describir al período 2011-2015. Porque seguimos con tipo de cambio atrasado, impuestos leoninos, promoción ficticia del consumo con transferencias del estado a privados, con estímulo a las importaciones (viajes al exterior, consumo en Chile/Paraguay).
Existe un cierto veranito en algunos sectores de la población, en particular los empleados públicos, que mueven el consumo y las compras en el exterior.
El único sector que creció genuinamente y esto sólo a una mínima fracción de su potencial fue el campo. En el único lugar que el gobierno cambió su política, se vieron los resultados. Lean aquí. Digo una mínima fracción porque Argentina debería estar exportando maquinaria agrícola al mundo. Argentina debería moverse a biodiesel. Todos deberíamos tener generadores de energía por tratamiento de residuos orgánicos, etc. Pero no les da. Les da poquito. Así, lo que se ve. Esta es la demostración cabal de que si se hacen la cosas bien (bajar los impuestos) la economía puede arrancar. Y eso que la infraestructura es obsoleta, que los proveedores están concentrados, etc., etc., etc.
Queremos más. Y sabemos que no es lo que va a venir. No sucederá mientras los radicales manejen la economía. Y no sucederá mientras los hombres que están al servicio de los bancos (las autoridades monetarias) o de las grandes cadenas de comercialización o de productos masivos (autoridades de la Secretaría de Comercio o MInisterio de Modernización) estén al frente de sus carteras.
El gobierno se basa en el mercado interno y en hacer crecer el consumo gracias a déficit público (transferencias a familias, obras públicas y ñoquis en el estado). Lo que yo llamo levadura.
Lo único que cambió en estos dieciocho meses es el combustible de este consumo a base de levadura: con Cristina Fernández fue la soja a U$D 500 la ton primero, el dinero de las AFJP’s después. El combustible de Macri es la deuda externa.
Así que resignémosnos a perder treinta meses más y esperar que el próximo presidente tenga alguna idea original.
Macri no es Trump. Es un desarrollista-socialdemócrata más de las decenas que hemos tenido. Su gran favor ha sido echar a Fernández. Se agradece.
[1] Para poder tener idea de las dimensiones: un solo intendente de una pequeña localidad de Jujuy robó $ 60.000.000 en sueldos a personas inexistentes. Ese dinero lo puso en cuentas en Bolivia. Si un intendente robó eso ¿Cuánto robaron gobernadores, ministros, directivos de organismos de contralor, jueces, fiscales, etc.?
[2] Ejemplos: electrodomésticos. El monopolio del armado de porquerías chinas en Tierra del Fuego era de Macri-Fernández (a través de testaferros). Se estimulaba la compra de aires acondicionados de vieja generación (que consumen mucha electricidad) en un país con deficiencias energéticas. Pero se compra a Fávrega o a Garbarino. Garbarino es de Fernández. Así que acá hay todo un negocio que cierra. Precios cuidados consistía en que tanto las cadenas de supermercados como las tres empresas que producen alimentos cobraban lo que se les antojaba, una parte la pagaba el consumidor y el resto la Secretaría de Comercio, mediante mecanismos nunca auditados (¿cuántos productos, qué precio pagó cada uno?). Resulta raro que las actuales autoridades de la Secretaría de Comercio no hayan denunciado a la Justicia Federal estos acuerdos. ¿O no es raro?
[3] El gobierno no les mantuvo un precio sostén a los tamberos, que siguieron quebrando en estos 18 meses. Los montos involucrados son totalmente diferentes. Miles de millones de dólares a las petroleras y $ 2 por litro a los tamberos. Para las petroleras hubo dinero, para los tamberos, no.
[4] Lo hizo un tal Lipovetzky. Supongo que quiso pasarse de vivo y hacer algún negocito para Edesur y Edenor (que son propiedad de Macri y Fernández vía testaferros) y le salió mal. Lo dejó malparado al ministro, a pesar de que no había sido iniciativa de él. Es un claro caso de mala praxis profesional (me refiero al cálculo matemático de los resúmenes enviados). Lo primero que tendrían que haber hecho es una simulación. Todo de improvisados y falta de profesionalismo.
[5] No puedo dejar de mencionar las facturas de AySA. Es, literalmente, un impuesto inmobiliario que cobra la Nación en lugar de la Ciudad. Una verdadera estafa, nada tiene que ver con el agua. Una caja inmoral del gobierno nacional sin justificación alguna.
(*) No olvidemos los millones de dólares que se gastaron en tener 100.000 argentinos boludeando en Brasil por el mundial (y salvándole el mundial a un gobierno muribundo, un mundial que era un fracaso). Mientras el gobierno de Alemania le recomendó a sus ciudadanos NO ir a Brasil. Los países ricos-ricos no envían ciento de miles de personas a otra país a gastar plata. Es demencial.
Más miles que fueron en los veranos. Miles de millones de dólares que le dimos a la economía brasileña y que le ayudó a salvar parte de su decaimiento (a costa del nuestro). Eso es lo que definimos un "genio" de políticas públicas. Lo de "genio" es irónico.