Burkini

Burkini

¿Qué me pongo?

Actualmente existe una controversia entre municipios franceses y ciudadanos por el uso del burkini en la playa. Acaba de ser resuelto por la Corte Suprema Francesa, sosteniendo que cada uno se puede vestir como se le canta.

Do you think I am sesy?

Código de Indumentaria

En los últimos años algunas sociedades musulmanas fueron  restrigiendo los códigos de indumentaria de los ciudadanos. Se da en el proceso de aumento del poder teológico en las República de Irán y en Reino de Arabia Saudita. Regímenes teocráticos que se meten no sólo en lo que los ciudadanos hacen sino en lo que los ciudadanos (si es que lo son) piensan.

Haciendo lo que el jefe ordene.

El código de vestimenta es una exigencia del Poder a sus habitantes para que muestren ante los vecinos y ante el Poder (representado por la Policía) la lealtad a los preceptos de los que mandan, por más delirantes o arbitrarias estas órdenes sean. Los insumisos son castigados (@missladrillos).

Además, hay para elegir.

No sabemos si las mujeres que usan esos atuendo están de acuerdo. Ni siquiera sabemos si sus maridos lo están. Algunos serán de coco fácil, otros estarán prendidos de una forma u otra a la estructura de poder y otros sólo querrán sobrevivir en una sociedad autocrática.

Ningún viejo amargado y autócrata se puede meter en la

 intimidad de un hogar ni entre el amor de marido y mujer.

Y el poder lleva la crueldad hasta el hogar de cada uno, poniendo en cabeza del hombre maltratar a su esposa.

Mujeres ricas de compras en París.

Pero no nos confundamos. El código de vestimenta sólo trata de poder. De exhibición de poder. Arabia Saudita e Irán le están diciendo al mundo que tienen a millones de personas bajo su puño, que hacen cualquier cosa que le pidan, por más vejatoria que sea.

Al aumentar las personas vestidas así en Occidente, sólo están exhibiendo la fuerza que tienen. Sólo de eso se trata.

Ya hemos hablado, pero no lo suficiente, que Arabia Saudita compra empresas en Occidente (por ejemplo Tuiter), clubes de fútbol, financia el Barcelona, compra mansiones y vacaciones en la Riviera Francesa. Y va comprando uno a uno políticos de Occidente. Financia imanes y mezquitas. Y cada vez suma más adeptos a su causa. Tener a las mujeres cubiertas es una forma barata de que los occidentales frenemos, miremos y empecemos a contar cuántas cabezas cubiertas vemos. Que ahora estemos hablando de un tema inexistente hace diez años. Ése es el símbolo del avance saudí. Por eso lo hacen. Es un símbolo.

No es que nosotros nos vamos a rasgar las vestiduras. Todas las sociedades tienen códigos de vestimenta. Los grupos cerrados son más estrictos aún en las exigencias a sus miembros. Basta ver que los judíos ortodoxos deben rasurar sus barbas de determinada manera, tener cubierta la cabeza y las mujeres usar peluca.

Familia en las calles de Nueva York.

Negarse equivale a la expulsión. Lo mismo podemos decir del Opus Dei o de cualquier otro grupo. Y esas exigencias son para que los miembros demuestren su pertenencia y sujeción al grupo.

Irene Papas en "Zorba el griego".

Hasta no hace mucho (lo he visto yo con mis propios ojos) y no sé si no sigue vigente, las mujeres de los campos de España, Italia y Grecia se vestían de negro, falda, pullover y un pañuelo negro en la cabeza. Todas iguales, todas uniformadas. Y no era cool, como New York cool. La mujer fue autorizada a firmar cheques en Francia en 1963. Así que tampoco sobreactuemos.

Louis Le Nain, "Familia Campesina".

Mujeres campesinas visitan el Museo del Prado durante la Segunda República.

Creo que toda discusión sobre burkas, burkinis y velos debe examinarse en un sentido político y de poder. Musulmanes varones disputando poder con Occidente.

Occidente es un experimento (aquí).

Frágil.

A Occidente le costó mucha sangre y mucho dinero sacar a la Iglesia, acabar con la Inquisición. Poner en una Constitución que lo que pasa en una casa y en las sábanas de una persona no le concierne a ningún juez, excepto a Dios.

Esto es justamente volver a antes de la Revolución Francesa.

No es algo para tomar a la ligera.

Y repito lo que ya dije: “Batman rules”. Mi tierra, mis códigos de vestimenta. So sorry.

Je suis desolé, monsieur.

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