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sábado, 25 de marzo de 2017

Roca y Perón

Roca y Perón

Hoy arranqué el día, desagradablemente, con una nota de @dardogasparre sobre Roca y Perón.
No por leer falacias, inexactitudes y comparaciones artificiosas sobre Perón. Estoy acostumbrada.
Es más, desde que Durán Barba decidió reflotar el antiperonismo como táctica electoral para aglutinar una porción del electorado y evitar que sectores de la clase media voten a Massa en el 2015, han proliferado los antiperonistas tardíos o renacidos o reflotados, escribas como el profesor de voley.
No.
El gusto amargo viene por la autoría de la nota, el Dr. Gasparré, a quien considero no sólo una persona inteligente, sino corajudo, uno de los pocos en identificar con claridad el armazón prebendario que socava a nuestra Nación y nuestro futuro.
Supuse que era capaz de dar el salto cualitativo imprescindible para deshacernos de nuestro enemigo: el parasitismo prebendario.
Me equivoqué.


Vamos a las críticas objetivas.


La nota se divide en dos partes: la primera elogiosa para el Presidente General Roca y la segunda desdeñosa del Presidente Perón.
Genera un contrapunto entre los virtudes de uno y los supuestos defectos del otro. Contraste que encuentro artificioso e inexacto, lo que trataré de demostrar.


Parte 1 - General Roca

Nada tengo que decir. En numerosas oportunidades (aquí, aquí, aquí y aquí) expresé mi admiración por el Presidente Roca, a quien le agradezco, entre otros logros, el puntapié en el trasero a la Iglesia Católica (ley de Educación y de Registro Civil), la integridad territorial y la consolidación del artificio que es una nación -cualquier nación-. Siempre en tándem con su coterráneo, Nicolás Avellaneda. Mi visión sobre Roca sigue las de Halperín Donghi, Botana y claro está, Rolando Hanglin.


Parte 2 - General Perón


Perón cometió muchos errores. Hay razones para quererlo u odiarlo. Me parece, lo más lógico, a 42 años de su muerte, tener razones para ignorarlo.
La mayoría de la población argentina no tiene la menor idea de quién fue o hizo. Es sano. Echarle la culpa de nuestros males, cuatro décadas después de su muerte (el 20% de nuestra historia), es un comportamiento propio de esos vagos neuróticos e inútiles que a los 38 años viven con sus padres a quienes culpan de todo. No es serio.

Gasparré hace dos imputaciones concretas a Perón:
A. el dirigismo estatal y,
B. el lumpenaje (al que denomina, a mi entender con acierto, “tolderías” [1]).



El dirigismo estatal
Textualmente:
“Prefirió armar un esquema mussoliniano de actividades de base monopolizadas por las Fuerzas Armadas, sembrar el germen del proteccionismo, cerrar la economía e instituir un sistema de prebendas, otorgar ventajas desproporcionadas a los sindicatos y controlar y expoliar la producción agropecuaria con un sistema soviético, plagado de corrupción, igual que las importaciones”.
Mussolini, y su política dirigista nació en la década del ‘30 y no a mediados de la década del ‘40.
Quien aplicó ese modelo económico en Argentina fue Federico Pinedo (aquí, aquí y aquí), durante el gobierno de facto de 1930.
En palabras del Dr. Jorge Ávila:
“Dos modelos han ordenado la economía argentina desde la Organización Nacional. El de Juan Bautista Alberdi, entre principios de la década del 1860 y principios de la década de 1930, y el de Federico Pinedo a partir de entonces”.
El modelo dirigista-prebendario está compuesto por parásitos (los prebendarios: UIA, CAC, casta política, concesionarios y proveedores del Estado, consejos profesionales, dueños de registros del automotor, gestores, importadores, etc.) y el huésped [2]: la Nación Argentina.
La ausencia de crecimiento y/o por el contrario, la pérdida de salud de nuestra nación, se debe al desmesurado crecimiento del sector parasitario, que amenaza, directamente, nuestra supervivencia.
Ahora bien, como dice el Dr. Ávila, es un sistema vigente desde 1930 a hoy, 2017. Hace 86 años que vivimos bajo este régimen, que nos está matando. De esos años, durante 12, fuimos gobernados por J. D. Perón. El 14%.
Si el sistema prebendario se consolidó fuertemente ANTES de que Perón asumiera (BCRA, Junta Nacional de Granos y Carnes, Aduana regulada y concentrada en Bs. As., impuesto a las ganancias) y no sólo no se desarmó luego del golpe del ‘55 sino que se fortificó, entonces ¿qué pirueta política-ideológica hay que dar para endilgarle la responsabilidad exclusiva a Perón?
Luego del golpe del ‘55 los mandamases del país tuvieron una oportunidad única de desmontar el “mecanismo perverso”. No lo hicieron.
ACLARACIÓN: CUANDO HABLO DE SISTEMA PREBENDARIO ME ESTOY REFIRIENDO A PREBENDAS EMPRESARIALES.
Es más no hay registro de regalo de dinero a individuos en el gobierno de Perón, más allá de la facultad constitucional de dar pensiones graciables por parte del Congreso.
Quienes gobiernan el país no desmontaron el sistema prebendario porque ese modelo es pre-existente a Perón y continuó luego de su expulsión.
Porque Perón fue uno más de los que estuvo al frente del Ejecutivo mientras la decisión del modelo de país pasó por otras manos y nunca, nadie, tuvo el suficiente poder para desmontarlo. En el supuesto caso que alguno hubiera querido, lo que no me consta.
Por eso el sistema prebendario siguió indemne luego que fuera expulsado Perón del país.
Quienes son los prebendarios verdaderos (aquí, aquí y aquí), no tienen problema en que se cambien las alianzas circunstanciales o las fachadas. Con los K, la UIA, la CAC y demás, demostraron que pueden convivir perfectamente con “rojillos”, siempre y cuando quede garantizado el acceso a las arcas del Estado.

La discusión pre-golpe del ‘55 y post-golpe fue sobre quién iba a poner el dinero que faltaba.
Con Perón, se privilegió sacarle el margen al sector agropecuario (alianza del sector industrial con el obrero) para mantener el nivel de ingreso de los asalariados.
Durante el interregno 1955-1973, se bajó el nivel de ingreso del asalariado para devolverle margen al sector agropecuario.
Lo que nunca estuvo en discusión fue la porción de los prebendarios pseudo industriales, que el Estado iba a seguir protegiendo, comprándole y financiando al sector al que nunca se le redujo el margen.
En las alianzas pre-golpe 1955, el sector agropecuario, simbolizado por la SRA, presupuso que la expulsión de Perón se traduciría en retornar a una Argentina exportadora, desregulada y abierta al mundo. Nada de eso pasó.
Pero la SRA prefirió sostener un sistema que lo tenía como principal víctima a aliarse con un enemigo ideológico para defender sus intereses.
Lo repito: el sector agropecuario se alió con su parásito y principal expoliador: el sector industrial.
¿Se dan cuenta? Se aliaron con quien lo estaba sodomizando porque creyeron que quien lo hacía era Perón y no la UIA. Es de locos. Perón se fue -lo echaron- y la UIA los siguió sodomizando (**).
Eso sí, los de la SRA estaban contentos porque no se podía nombrar al Tirano Prófugo. OMG:
Una de las consecuencias de esta miopía política del sector agropecuario fue que numerosos campos pasaron de manos de sus antiguos dueños a los barones de la industria en el período 1955-1973. Desde hace décadas que los directivos de la UIA son grandes tenedores de tierras. Sucedió post 1955.
Se repitió el proceso de cambio de manos de tierras en los últimos 30 años con otros compradores: dirigentes políticos, sindicales y narcotraficantes (en cualquiera de sus combinaciones).
Sé que la descripción de Perón como un gobernante circunstancial en un orden ajeno a él, lo puede dejar como un mero pusilánime que no pudo cambiar el modelo económico que heredó. No pienso eso de él, sino que se movió entre los márgenes posibles. Es más, su golpe de estado fue fruto de una mala lectura de sus fuerzas y de las de su adversario.
Cuando Perón volvió en el año 1973, con toda claridad, dijo que la Argentina debía dedicarse a exportar y a alimentar al mundo y que sus ventajas competitivas eran (son) los alimentos, el agua y la energía. Lo dijo hace 43 años. Jorge Castro, “Perón y la Globalización”, Ed. Catálogos, Buenos Aires, 1999. Nadie habla del Perón exportador, excepto Castro ¿no les llama la atención?
A los prebendarios que gobiernan el país no les importa nada. Vienen gobiernos de facto, electos, pseudozurdos, de derecha, de centro. todo es lo mismo. Nadie los toca.
Y aquí va mi enojo con el Dr. Gasparré. Si uno identifica erróneamente al enemigo [3], pierde toda chance (por más pequeña que sea) de derrotarlo. Distrae su energía. Nuestra energía. Se empantana en meandros que garantizan el fracaso. Un claro ejemplo es la alianza SRA-Industriales de 1955: se aliaron con quienes los parasitan, suponiendo que era Perón quien lo hacía y no los industriales y que lo hacía para darle ese dinero a los obreros.
Los industriales cambiaron de careta y los siguieron parasitando, a la vez que le bajaron la participación en el PBI a los obreros. Carambola. Clinck caja. Creo que los de la SRA, hoy, luego de sesenta años, no se avivaron de que en el 55 los sodomizaron una vez más.

En resumen, y con esto termino este subpunto. Si a A le sucede X durante 86 años. Y A sufrió/disfrutó de M durante 12, que no fueron ni al principio ni al final del período, entonces no hay relación de causalidad entre X y M. Si el sistema prebendario empezó antes que Perón fuera presidente y lo sobrevivió, y Perón gobernó el 14% del tiempo. ¿No será otra la razón de esta organización, de este orden político? ¿No será otro el autor y ejecutor?
Esto no invalida cualquier preferencia u opinión, agrado o desagrado que un ciudadano tenga por Perón. Sólo que ésta no puede ser la razón de su desagrado.
Lo digo para dummies: ¿Qué más quiere Magnetto, De Mendiguren, Rocca, Urtubey, Pérez Companc, Quintana, Roggio, Macri, Caputo, Cristóbal López, etc., que el responsable sea Perón? Si es Perón, no son ellos. Entonces empiecen a escuchar con atención a tipos como Iglesias cuando le quiere endilgar crímenes a un tipo que murió hace 42 años. Si fue él, no fue ninguno de los que hoy están vivos. Lo que lleva a pensar que no dejan de ser operaciones de encubrimiento.


B - El lumpenaje

Existen muchas descripciones de las tolderías (aquí y aquí). El lumpenaje ha invadido a un país que se enorgullecía de su formación, cultura, civilidad, arquitectura, don de gentes, etc.
Buenos Aires ha sido invadida. Uno de los grandes promotores (no el único) ha sido el actual gobernante Macri, que aumentó la población en villas en 350.000, más del 10% de la población de la capital, a través de fomentos y promociones para la radicación de lumpenaje en enclaves. Fomentó la actividad de trapitos, transas y manteros. No fue Perón. Fue 30 años después de su muerte.
El lumpenaje, gracias al Brexit y a Trump, descubrimos que ni siquiera es un invento argentino. Que su promoción cultural, radicación en urbes, y la idolatración de “valores villeros” es un fenómeno coordinado en Occidente, donde esas iniciativas son promovidas por corrientes culturales, fundaciones que reciben dinero de millonarios y organizaciones que reciben becas de organismos internacionales (ONU, OEA, BID, BM). Vean el esclarecedor video de Mr. Paul Joseph Watson:


La destrucción de los valores pequeños burgueses: estética (bañarse por ejemplo), la escuela, la salud, el respeto mutuo, las buenas maneras, la destrucción de lo bueno y lo bello, ha sido promovido desde el poder.
No acá, en todo Occidente.
Nada tiene que ver Perón con eso. No da ni siquiera la cronología. Empezó después de su muerte.
Internacionalmente nació con el Mayo Francés y adquirió fuerza en los últimos 25 años. Sólo en este siglo pasó a ser la ideología dominante.
Acá llegó con Alfonsín, al principio tímidamente y se instaló con el cambio de siglo, como en el resto de Occidente.

Perón fue un militar de la Nación, miembro del partido militar. Pequeño burgués, defensor de los valores pequeños burgueses: cumplir horarios, estar bañado, tener un techo, hacer escuelas, hospitales, comisarías, perseguir a los chorros, el Estado como dueño del espacio público y la población como usufructuaria dichosa de ese espacio público (clubes de barrios, cines, comer afuera, toda una población urbana que disfrutaba de la calle).
Las vacaciones obreras, que tanto molestan a los antiperonistas, empezaron en Francia en 1936.
Perón, su pecado imperdonable, extendió el modelo de vida pequeño burgués a aquella parte de la población que hasta 1945 todavía no lo disfrutaba. Perón concluyó la obra civilizadora de Avellaneda-Roca. No lo contrario (***).
En cuanto a lo simbólico discursivo, Perón admiraba públicamente a Roca (supongo que por militar), estuvo destinado en la Patagonia, lo que le permitió entender de primera mano la magnitud de la proeza roquista.
Roca había sido segregado al olvido por los gobiernos conservadores y radicales. Perón fue el único gobernante del SXX que lo rescató y elogió. Y le puso su nombre a un ramal del FFCC.
Por mí, los antiperonistas, que le endilguen a Perón lo que quieran. Pero no esto. No es ni serio ni informado.
La inmigración interna hacia Buenos Aires fue imparable desde la Revolución de mayo a hoy (*). Recrudeció durante el gobierno conservador del ‘30, cuando Pinedo cerró todas las aduanas del interior, impidiendo la exportación de productos regionales y condenando a la pobreza a provincias enteras (Cuyo, Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy, por cerrar las aduanas con Chile y con el Pacífico).
Las villas crecieron como hongos durante el gobierno conservador de 1930.
Perón, lo que hizo en una década y media después, fue “gentrificar” si se me permite el anglicismo, a esas personas. Comprar terreno en Temperley y hacer la casa, hacerse socio del club, mandar los chicos al colegio y venir una vez cada dos fines de semana al cine de la calle Lavalle. La antítesis de la toldería.
Estas tolderías que sufrimos hoy no son casuales. Están prolijamente fomentadas, ahora lo vemos.

Tuvieron dos crecimientos disruptivos: con Alfonsín, durante la hiper, y con Duhalde. En ambos casos los beneficiarios y provocadores fueron los mismos: los industriales y banqueros prebendarios.
La modificación del código penal de Alfonsín, las modificaciones del sistema educativo, el cambio de la Constitución, el cambio de la ley de migración, la quita de autoridad a la policía, el abandono de las fronteras,y el sistema de lío permanente. Ahora lo está sufriendo Francia, EEUU y Alemania. Con las mismas herramientas.
Más allá de los pobres cristos, moneda de cambio y escudo humano, hay detrás de ellos fenomenales negocios, que usufructan los prebendarios, como siempre. En contra de los intereses de los ciudadanos de a pie.
Sobre la ideología burguesa del General Perón recomiendo la colección dirigida por Halperín Donghi, de Editorial Ariel, Biblioteca del Pensamiento Argentino.


Leer a gente culta y que sabe de historia argentina vituperar a Perón, es algo a lo que estoy acostumbrada, en particular luego de la moda instaurada por Durán Barba, quien pagó a un par de escribas para eso.
Antiperonistas hubo siempre, y lo respeto, porque cada uno que piense lo que quiera y de eso estamos hechos todos.
Pero aún Alberdi entendió que debía construir sobre los logros de Rosas y así lo dejó escrito.
Lo que me apena de la nota del Dr. Gasparré es que al fallar - a mi criterio - el diagnóstico y al enemigo, se desperdician esfuerzos, se malquistan eventuales aliados y básicamente, se erra al vizcachazo.



* * *


PD: Me exaspera sobremanera pelearme con un fellow liberal. Nuestros enemigos son otros: los progres, los prebendarios (son socios entre ellos, por ejemplo: la Barrick Gold financió la película sobre la vida de Estela de Carlotto).
Pero les puede el prejuicio. No rompen las barreras mentales que impiden ordenar la información disponible de otra manera.
Perón era un conservador tradicional. Su aliado electoral en 1946, 1952 y 1973 fue el partido conservador, que puso vicepresidente. Sólo que entendió que había que impedir el crecimiento del sindicalismo comunista. Aplicó las leyes laborales que diseñó Joaquín V. González cuando era Ministro del Interior y que el senador Carlos Pellegrini torpemente bloqueó (Botana dixit,).
No romper esa barrera mental nos obliga a todos a estar como caballo de noria. La izquierda está en una noria. Los liberales no pueden salir de su corset.
El resto de los partidos son empleados de los prebendiarios (los radicales de los banqueros, Massa de la UIA, Macri de los contratistas del Estado), ¿cómo hacemos? ¿Cómo ordenamos los intereses de los individuos?
¿Qué partido o corriente política se pone al hombro representar a los ciudadanos de a pie? ¿Al que no está en alguna corporación? ¿Al individuo?
Hoy por hoy, me parece el problema mayor que tenemos los ciudadanos: nadie, nadie, nos representa.
Y los liberales, de quienes se espera que defiendan al individuo, se dedican a pelearse con un tipo que murió hace 42 años y que, mal que mal, terminó de civilizar al país y, lo más importante, terminó de OCUPAR el territorio. No había enclaves con Perón. Nadie hubiera osado.

Bueno, les dejo dos artículo míos de hace mucho:
Para dejar de dar vueltas a la noria y para enterrar a Perón de una vez por todas.
* * *

                 

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[1] La asimilación de la invasión orillera al centro de la capital federal la acuñé hace varios años como “la invasión de los indios ranqueles”, por la ocupación del espacio y la metodología extorsiva-substractiva. Esto es, una involución a una relación entre estos grupos y el estado argentino a un estadío pre roquista: el que cruzó toda la historia de la Pampa Húmeda y Cuyo desde la colonia hasta fines de SXIX. Para más detalles: Miguel Ángel De Marco “La Guerra de la Frontera”.
[2] Se denomina huésped al organismo que aloja al parásito. Puede ser un árbol con una enredadera parásita u hongos, o un humano y sus piojos. El humano es el huésped, los piojos los parásitos.
[3] En mis ojos, mi enemigo es el sector prebendario. Los que viven de subsidios del estado, de cuotas de importación, de concesiones, de proveer al estado, de exclusividades (importadores, colegios profesionales, “gestores”, dueños de registros, etc.).

(*) Así lo demuestran todos los censos. Ver mi serie de Población.
(**) Todo este proceso está muy bien explicado por Jorge Castro en el libro citado.
(***) El máximo ejemplo es Ciudad Evita: una miniciudad pequeño burguesa para obreros. El paradigma inglés/ferroviario. Sobre Ciudad Evita ver "Arquitectura en la Argentina del siglo XX - La Construcción de la modernidad”, de Jorge Francisco Liernur, Fondo Nacional de las Artes, 2001, Buenos Aires.


jueves, 23 de marzo de 2017

Bienvenidos a Londres

Bienvenidos a Londres:

William Turner, el incendio del Parlamento.

"Podemos decir que no estamos asustados, prender velas y hacer corazoncitos con nuestras manos pero la verdad es que no podemos seguir así", dice KATIE HOPKINS


PUBLICADO el 22 de Marzo de 2017


Estaban parados en el centro de Bruselas. Fila tras fila.
Las manos asidas en alto, haciendo corazones que apuntaban al cielo. Le mostraban a los asesinados que no fueron olvidados. Recordándose a sí mismos que estaban allí con amor. Buscando mostrar que la humanidad prevalece. Que el amor todo lo conquista.
Estaban tirados en el centro de Londres, cara abajo donde cayeron. Acuchillados, aplastados por un automóvil, empujados, rotos, en el Támesis, la vida desangrándose sobre la vereda.
Y las novedades vinieron rápido y pesadas.


An injured woman is assisted after a man drove a 4x4 into pedestrians along Westminster Bridge on Wednesday afternoon
Una mujer lastimada es asistida después de que un hombre que manejaba una 4x4 sobre peatones en el Puente de Westminster el miércoles a la tarde.
Un automóvil embistió deliberadamente a los peatones sobre el puente. Diez inocentes caídos.
Un oficial de policía acuchillado a la puerta de la Cámara de los Comunes. Su muerte confirmada.
Una mujer, sabemos ahora, muerta en la escena.
Tiros. Un hombre asiático trasladado al hospital
Una mujer cayó o se tiró al agua.
Y yo me puse cada vez más fría. Y más chiquita.
No siento rabia esta vez.  No rabia como la que sentí en situaciones anteriores. Ninguna necesidad imperiosa para salir y gritar a los idiotas que se negaban a verla venir.
Ni siquiera asentir con la cabeza a los idiotas que dicen que esto no nos va a derrotar, que nunca seremos vencidos, que la cobardía y el terror no lograrán quitarle la compostura a los británicos.
Porque, si bien soy leal, si bien soy patriota, si bien toda mi juventud formé parte del ejército y peleé por mi país - me temo que nos quebraron.
No por este macabro espectáculo frente al Parlamento. No por las vidas reventadas contra el pavimento, mientras iban pensando qué tomarían con el té. O qué tren elegirían para llegar a casa.
Bystanders stop to give people mouth to mouth after the driver mowed them down. Katie Hopkins says we are now a broken London
+6
Transeúntes se pararon para socorrer después de que el conductor los arrollara.
Katie Hopkins dice que ahora somos un Londres quebrado.
Porque eso somos nosotros ahora.
Esto es nuestro país ahora.
En esto nos hemos convertido.
A esto nos redujeron.
Porque mientras esos imbéciles indulgentes de Bruselas se paraban con sus estúpidas manos alzadas con formas de corazones hacia el cielo, otro acto de maldad se estaba planificando. Más muertes en la línea de producción.
Mientras la sangre del oficial de policía corría entre los adoquines, el atacante era llevado en un camilla en un intento de salvar su vida.
Londres es una ciudad que se desespera por mostrarse tolerante. Ningún informe se dio sobre los lastimados. Ninguna clave sobre quién está bien y quién no.
Los “progres” se convencen a sí mismos que el multiculturalismo funciona porque todos moriremos juntos.
Una ciudad enteramente compuesta por monos sabios:
No ven, no escuchan, no hablan. Ciegos. Sordos. Mudos. E imbéciles.
No veo, no escucho, no digo.
Inmersos en un humeante caldero de odio, se esconden en los pliegues de las comunidades encapsuladas en ghettos, plagadas de viejas animosidades y viejas trifulcas.

Sadiq Khan should 'stop talking' according to Katie Hopkins, who says his words are empty as we are 'wrenched asunder' 
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Sadiq Khan “debería dejar de hablar” según Katie Hopkins, quien sostiene que las palabras del intendente son vacías frente al hecho de que nos están despedazando.
Esas personas pueden haber dejado sus tierras. Pero han traído aquí, con ellos cada tensión, cada conflicto, cada lucha.
Los afganos odian a los somalíes quienes detestan a los eritreos. Como fue antes. Como es ahora. Londres es una ciudad de ghettos detrás de una fina capa de barniz de civilidad, que mantiene lustrada un intendente musulmán, cuya mayor validación es la profesión de su padre.
Sadiq, el hijo del colectivero [1].
Lo imagino ahora, garabateando una misiva sobre cómo Londres es una ciudad hermosa y tolerante, cuán unidos estamos por nuestros valores compartidos y nuestra comprensión y cómo no nos vamos a acobardar por el terror.
Predeciblemente, ahí salió él a decir exactamente eso. Idiota.
A police officer is led away from the scene after she tries to revive her colleague who was stabbed in the attack on Wednesday afternoon
+6
Una oficial de policía es retirada de las escena luego de que trató infructuosamente de revivir a su colega luego de que éste fuera acuchillado el miércoles a la tarde.
Mientras las madres mandaban mensajes de texto a sus hijos para verificar si estaban bien. Incluído el mío, preocupado por mí mientras yo supervisaba la escena, temerosa en ese lugar donde los monstruos acechan y roban las vidas en un instante. Por nada.
Le pediría a Sadiq que se calle. Palabras vacías. Mientras tanto, él prohíbe imágenes de mujeres en bikini en el subte. ¿Cómo podría eso ayudar?
Por favor, nada de hashtag alegórico, nada de vigilias, nada de velas encendidas. Les ruego no iluminar el Parlamento con los colores de la bandera (Union Jack).
Porque no estamos unidos. Estamos despedazados.
Los patriotas del resto de Inglaterra versus los progres de esta ciudad. La interminable tolerancia hacia quienes nos dañan (mientras el Ministerio del Interior trata de distraer el foco hacia el “terror blanco”) versus los millones, como yo, que enfrentamos la verdad, con familias preocupadas y desesperanza en nuestros corazones, que sentimos que el país se hunde.
Hemos recibido una ducha de agua fría con este patadón en el trasero. Una ciudad desesperadamente ligada a la ilusión del multiculturalismo que sólo atina a pelearse con aquellos que aman a su país más que ninguna otra cosa, culpa a quienes están orgullosos de sentirse británicos y que le grita “racista” al 52% de la población.
Prime Minister Theresa May speaks outside 10 Downing St after the attacks. Katie Hopkins says it is time to admit that multiculturalism has not worked
+6
La Primera Ministra Theresa May habla frente a 10 Downing St después de los ataques. Katie Hopkins dice que es hora que admita que el multiculturalismo fracasó.
Este lugar es como Suecia. Aterrorizados de admitir la verdad sobre la amenaza que enfrentan, sobre los horrores cometidos por los inmigrantes que no supieron detener - porque admitirlo era admitir que estamos hundiéndonos, y rápido. Es admitir que todo aquello en lo que los progres creen es erróneo.
El multiculturalismo no funcionó. Ése es un gran fracaso morrocotudo y es una gran mentira morrocotuda.
Erdogan, Presidente de Turquía, dijo que hay una guerra entre la medialuna y la cruz. Pero se equivoca. Porque la cruz no es fuerte. Estamos de rodillas, un felpudo para pisotear, una broma que sólo es divertida para aquellos que desean perjudicarnos.
La guerra es entre Londres y el resto del país. Entre los progres y los que tenemos razón. Entre aquellos que creen que es importante ir en puntas de pie alrededor de las culturas que eligieron unirse a nosotros, más que defender nuestra cultura.
Katie Hopkins says these incidents are no longer unusual, but commonplace
+6Katie Hopkins dice que estos incidentes no sólo no son más inusuales sino un lugar común.
¿Cuántas veces más?
¿Y cuántos ataques más deberán pasar antes de que aceptemos que estos no son más actos de “extremistas”? Que no hay un distintivo que nos permita mantener a estas personas a un prudente distancia. Que los “progres” usan con ligereza el término “extrema derecha” contra cualquiera que exhiba orgullo patriótico.
Estos eventos no son más “extremistas”. Son habituales, cotidiano. Ocurrencias de la vida diaria.
Estas personas no son más extremistas. Son, simplemente, más devotos. Más apegados a sus creencias. Creencias que será propaladas repetidamente por la TV y la radio por los próximos meses hasta que compremos el “relato” de que al islam no es el causante.
Que en realidad deberíamos culpar a los que apoyan al Brexit. Por creer en Gran Bretaña. Como se vino haciendo antes.
Cualquier cosa menos la verdad.
Esta es la razón por la que no estoy enfadada esta vez. No siento rabia. No hay reconocimiento para aquellos que pretenden que no nos acobardemos, aún cuando ellos corren a casa a mandar el mensaje de texto a la mamá para avisarle que están bien. Ninguna sorpresa que la ciudad de la cual yo me sentía tan orgullosa está ahora perforada por el miedo, y donde se demarcan formalmente los lugares que no debemos pisar, que hay lugares donde una mujer no puede caminar segura.
Ahora siento tristeza. Una tristeza que me embarga.
Voy a cruzar el río esta noche y mirar el Támesis, mirar la bandera que está a media asta, y al Parlamento aguas abajo y me preguntaré cómo podemos seguir así.


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[1] Nosotros tuvimos de presidente durante ocho años a la hijastra de un colectivero, así que sugiero que no lo tome con ligereza.