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martes, 30 de mayo de 2017

Malcorra II

Malcorra II

En el día de ayer nos enteramos de la renuncia de Malcorra a su cargo, no así a su sueldo (seguirá cobrando sueldo de ministra ¿quién lo entiende?).
Dimos rápidamente hurras de victoria quienes creíamos que la persona no estaba cubriendo con altura su cargo.

Por suerte vinieron rápidamente los justos y criteriosos pedidos de llamarse a sosiego. Los cuales se agradecen y fueron escuchados.

Pero vamos a analizar un poco qué sucedió y si nos conviene.
  1. Hay que tener cuidado con lo que se desea. Algo así decía W. W. Jacobs, autor de “La Garra del Mono” (o “La Pata del Mono”). En otras palabras: el sustituto puede ser peor.
  2. ¿Por qué dimitió?
Pregunto esto porque en el post Malcorra las imputaciones eran claras: dejó que el mico venezolano insultara al Presidente de la República EN NUESTRA CASA, tras lo cual se subió al avión privado del mico, defendió al régimen chavista todo lo que pudo -incluso de un pedido de Almagro (OEA) para sancionar a Maduro-, involucró al presidente en la payasada FARC-Colombia,

fue abyectamente socialdemócrata, a niveles innecesarios, no defendió al Gobernador de Jujuy Morales ante el avance de la zurda enquistada en la ONU y OEA agitando la defensa de la narcogobernante Sala,

dejó que Trudeau (Canadá) sea insultante con nuestra Nación solicitando la libertad de Sala como si este país no tuviera un sistema federal (como Canadá) y división de poderes (como Canadá). Era para decirle: “Esta conversación se termina en este instante”.

También dejó que el Vaticano (un estado extranjero) organizara más de una reunión donde convocó a jueces federales argentinos - sin autorización de Cancillería.

Reunión de jueces federales argentinos organizada por el Vaticano.
Maestro de ceremonias: Sánchez Sorondo.

Y nada hizo cuando dos enviados del Vaticano justificaron y banalizaron la violación de niños sordomudos en Mendoza.
Son muchas cosas. Y la peor fue meterse en las elecciones de EEUU y tirar para un lado que resultó….sí, señores, el perdedor.
Pero nada hace pensar que la echaron por alguna de estas cosas.
Nada hace pensar que Macri no se sienta cómodo bajando el perfil, no pelándose con Venezuela, habiendo perdido la inigualable oportunidad de ser el líder de América Hispana y tal vez de Sudamérica, visto el descalabro brasileño.
Nada.
Todos sus inmediatos colaboradores (ej. Peña) son amantes de la socialdemocracia, la inmigración descontrolada y llevarse bien con los narcogobernantes.
Así que, por ahora, guardamos la botella de champagne y esperaremos para descorchar.
(Aunque sí estoy contenta).



PD: Vamos por Garavano.
* * *

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