¿Finalmente empezó la reacción contra la locura progre en California?
Las áreas en rojo pueden estar alzándose contra el progresismo de larga data que hay en el estado de California.
Nota de Hyspasia: Traduje esta nota porque me llamó sobremanera la atención las similitudes en la aplicación de gansadas progre entre los políticos californianos y los políticos argentinos en general. El progresismo domina las políticas de todos los partidos: el radical, el tardokirchnerismo (Amondarain), la Coalición Cívica, cualquier partidito socialdemócrata de la capital (todos se llaman cosas tipo: "todos por la ciudad"), desde ya la izquierda y el PRO. Ejemplos son la unanimidad en las pelotudeces caras como mascotas, no poner sal en las mesas, baños unisex, celdas antistress y mundiales de asado. La lista es infinita. Pareciera, cuando uno lee situaciones en el exterior, que Larreta aplica un manual ya escrito. Como si estuviera haciendo mérito ante vaya uno a saber quién. Recomiendo su lectura con atención. Tenemos políticos huecos, malos y caros. ¡Viva el Sentido Común!
Nota original: http://www.foxnews.com/opinion/2018/04/08/has-california-backlash-against-liberal-craziness-finally-begun.html
Autora: Peggy Grande
En un estado absorbido por el conservacionismo y el proteccionismo ambiental, una especie en peligro de extinción ha pasado desapercibida y ha quedado desprotegida: el Conservador Californiano. ¿Es todavía posible rescatar a los conservadores que están al borde de la extinción? ¿Pueden sus números ser revividos? ¿Pueden sus poblaciones crecer nuevamente?
Sam Abed, intendente de Escondido, California, explica la oposición a las políticas de inmigración de California. http://video.foxnews.com/dcc3309c-ace3-4840-be0c-a26dc83b0f2c
Algunas ciudades de California votan la oposición a la ley de santuarios.
Mientras la nación (EEUU) continúa mirando a California como un block homogéneo de individuos que votan una agenda cada vez más progresista, los Californianos Con Sentido Común a todo lo largo y a lo ancho del estado, tienen la impresión de que una marea diferente están alzándose.
La onda comenzó en Los Alamitos donde el concejo deliberante de la ciudad votó no adherirse a la ley de California sobre ciudades-santuario. Y fue seguida por el Condado de Orange que votó adherirse a la propuesta del departamento de Justicia de los EEUU oponiéndose a la ley de ciudad-santuario. Esa decisión fue repetida por la ciudad de Escondido y un mes más tarde por el Condado de San Diego, que se sumó a la propuesta de acompañar la demanda ante los juzgados federales. Otras municipalidades también están considerando formar parte de este grupo.
California siempre ha sido la punta de una lanza. A menudo la génesis de arte, influencia, ideas, estilo y entretenimiento, los californianos también lideran en otras medidas menos admirables como son altos impuestos estaduales, altos impuestos a la nafta, altos costos de vivienda y alto costo general de vida, un problema de linyeras [homeless] fuera de control en las áreas urbanas, rendimientos decrecientes en las escuelas, costo cada vez mayor casi prohibitivos del servicio de salud, y a menudo, las grandes ciudades de California aparecen en los listados de las ciudades menos vivibles de los EEUU.
Una supermayoría de Demócratas en el nivel estadual ha presidido sobre una trágica declinación en virtualmente todas y cada uno de los indicadores estadísticos y ha promovido ideas caras y que han ido en detrimento de la calidad de vida de los ciudadanos o directamente contra los ciudadanos como el impuesto multi-estadual, un proyecto de tren de alta velocidad que nació fallido y, por supuesto, el más reciente: la declaración de todo el Estado de California como un estado-santuario.
Estas iniciativas concebidas en en el capullo [o torre de cristal] de Sacramento, aislado y desconectado de los efectos que sus decisiones provocan en cada uno de los que viven en California. Gastan el dinero como si fuera de ellos. No lo es. Es de cada uno de los que paga impuestos en California. Sin embargo los ciudadanos no tienen ninguna voz y hace mucho tiempo que los representantes no los representan, si es que alguna vez lo hicieron.
Resultados electorales a presidente en California 2016. |
Aquellos que predijeron una ola azul [demócrata] a través de toda la nación [EEUU] y que creen que California se mantendrá eternamente azul [demócrata] desde San Diego a Crescent City tal vez quieran tomar nota de la onda roja [republicana] que ha empezado en el Goden State.
Para aquellos que no determinan las políticas de gobierno pero que sí deben vivir bajo ellas, sienten la presencia de Sacramento en su vida cotidiana en formas y lugares donde no debería sentirse. Desde los almacenes y verdulerías, si usted quiere llevar sus compras a su hogar en una bolsa, debe pagar un fee [cargo] por bolsa. Algunos como protesta personal se niegan a pagar el cargo por bolsa y tiran sueltas la mercadería en el baúl del auto. Y en el más ridículo y enorme ejemplo de intromisión gubernamental, la legislatura del estado dice que puede arrestar a cualquier mesero de restaurant que le sirva al cliente una pajita de plástico si éste no se la pide. Con todos los problemas que California tiene, no pareciera que meter en prisión a los meseros de pajitas de plástico no solicitadas fuera una prioridad.
Pero hace mucho que el sentido común no prevalece en California. Tampoco la democracia. Con un sistema incomprensible de primarias en las elecciones de California, los dos candidatos más votados van a la elección general - sin importar a qué partido pertenecen. Esto quiere decir que en el 2016 800.000 californianos tuvieron un único republicano para votar en toda su boleta: Donald Trump (*). ¿Tanto teme la izquierda a la democracia que debe inclinar la cancha a su favor para prevenir que surja un diferente punto de vista o una diferente ideología? ¿Cuán sorprendido estaría la gente en el resto del país si pudiera ver el mapa electoral de California en el 2016 si estuviera discriminado por condado y no todo pintado de azul de arriba a abajo?
Sorprendentemente, pero cierto, existen conservadores en California, pero han sido silenciados y desposeídos de poder por tanto tiempo y ahora están tratando de formar una improbable alianza con demócratas que posean algo de sentido común, los que se sienten abandonados por su partido y se dan cuenta que ya no los representa más.
Pareciera que aquellos en posiciones de poder en California, quienes han promovido políticas que llevan a California cada vez más y más hacia la izquierda han sobregirado sus posibilidades. Y la reacción ha comenzado, sin que se pueda prever hasta dónde puede llegar el impulso. De hecho, el sentido común de los californianos en ambos partidos están uniéndose en solidaridad para cuestionar las políticas y los gobernantes que los han obligado a tener que soportar las consecuencias de las decisiones de los reguladores y congresistas, que han vuelto la vida de los californianos más cara, más difícil, más peligrosa y en algunos casos hasta en peligro legal sobre su propiedad y su libertad.
Por ejemplo: los propietarios de negocios ahora tienen obligaciones regulatorias tanto con las autoridades federales (nacionales) como con las del propio estado californiano tanto respecto a sus empleados como respecto a la situación de inmigración de los mismos. No es un tema faccioso. Es justamente la clase de problema que hace que en California sea muy difícil establecer un negocio y desincentiva a los negocios a establecerse allí - y está obligando a negocios exitosos y a contribuyentes a irse del estado de California.
Cuando un millón de habitantes de California que están en el país en forma ilegal obtienen licencias de conducir y cuando los californianos paga un sistema de educación superior pero al mismo tiempo tienen dificultades para acceder al mismo, pagan las matrículas que los ilegales no pagan, no es de extrañar que los Californianos Con Sentido Común estén rabiosos.
Ronald Reagan fue demócrata por muchos años antes de convertirse al Partido Republicano. Cuando se le preguntó por qué había cambiado de partido, dijo: “Yo no abandoné el Partido Demócrata, el Partido Demócrata me abandonó a mí”. Pareciera que ése es el sentimiento imperante que resuena como un eco en los Californianos Con Sentido Común a lo largo y a lo ancho del estado cuando muchos demócratas recalcitrantes sienten que su partido ya no representa ni sus valores ni sus prioridades. Aunque es improbable que un único candidato o una temática pueda unir al estado, California haría algo inteligente en promover candidatos con sentido común, quienes hablen - y escuchen - a los californianos con sentido común a ambos lados del pasillo. Aquellos que predicen una ola azul (demócrata) que cubra la nación y que dan por sentado que California siempre permanecerá en las manos de los demócratas desde San Diego hasta Crescent City querrán tomar nota que una reacción colorada (republicana) ha comenzado en Golden County, no en Sacramento, en ciudades donde Californianos Con Sentido Común aún residen.
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(*) Todos los cargos inferiores estaban cubiertos por demócratas. Los republicanos no presentaron candidatos.