Nota publicada originalmente en @RestaurARG el 31 de marzo de 2018.
En esta semana se renovó la discusión, pero en este caso referido a Aranguren.
En ambos casos se trata de personas que se desempeñaron en las últimas décadas en el área privada y que, necesariamente, este patrimonio (reciente) fue construido a través de dicha actividad y no de desfalcar el estado. No como empleados públicos, al menos.
Es distinto de otros casos, como Toto [Caputo], Sturzenegger o Arribas que hace años que se desempeñan en el Estado o en shady business como el tráfico de derechos de futbolistas. O manejan en el exterior fondos de inversión con intereses en la Argentina.
Entonces delimitemos el punto de discusión: ¿Está bien o está mal que una persona que, a la sazón y temporariamente ejerce un cargo público, tenga todo su patrimonio o la mayor parte de éste en el exterior, dando por sentado que ganó el dinero en forma limpia y legal?
Voy a dar dos opiniones adversas a la mía y luego trataré de argumentar:
Max_a_secas:
Pate_de_Freud:
Ahora sí voy con mis argumentos paso a paso.
1. Derechos del propietario.
2. Inestabilidad legal y económica de la República Argentina. Aislamiento del riesgo institucional.
3. Problemas de gobernancia.
Derechos del Propietario
El dinero de uno es de uno. Justamente eso. Y con su dinero uno hace lo que quiere. Incluso llevarlo al exterior. Lo tiene acá, allá, lo guarda (atesora), lo invierte, se lo deja a los hijos, lo gasta en putas, lo quema. Y esto es independiente de si es bien o mal habido. Alberdi es MUY claro sobre los derechos de propiedad.
Hay aberraciones posteriores, como el nuevo código civil redactado por Lorenzetti, que habla de propiedad social y otras limitaciones al derecho de propiedad. Eso está fuera de esta discusión.
Con mi dinero hago lo que quiero.
Inestabilidad institucional de la República Argentina
Todos sabemos de qué hablamos, pero haré un brevísimo racconto. Durante el SXIX hubo dos grandes crisis de deuda, la segunda importada de un crack de la Bolsa de Londres. Fueron durante el gobierno de Avellaneda y de Juárez Celman. [1]
En el siglo XX tuvimos varios cataclismos, algunos importados y otros propios. Haré una incompleta enumeración: la crisis del ‘29 [2], la inflación (emisión monetaria) del segundo gobierno de Perón, control de cambios, precios controlados por el estado para la exportación (IAPI), la venta cuasi compulsiva de bonos del estado a las cajas previsionales del segundo gobierno de Perón, la colocación compulsiva de bonos a la población por parte del gobierno de Frondizi/Alsogaray [3], confiscación de todos los fondos previsionales en el gobierno Frondizi/Alsogaray, confiscación de depósitos en dólares en el gobierno de Illia [4], inflación galopante, control de cambios 1955-1973, control de cambios, tipo de cambio diferenciado, inflación, devaluación brutal durante el 3° gobierno peronista, control de cambios (la tablita), la 1050, la estatización de la deuda en dólares de privados durante la dictadura 1976-1983, con Cavallo al frente del BCRA, devaluación brutal con Sigaut, inflación y plan primavera con Alfonsín/Machinea, bonos compulsivos con Menem/Erman González, maxi endeudamiento y corralito con De la Rúa.
SXXI: confiscación de depósitos, pesificación asimétrica con Duhalde, confiscación de ahorros previsionales (otra vez) con los K, inflación, control de cambios, endeudamiento en el gobierno actual. Futuros. [5]
SXXI: confiscación de depósitos, pesificación asimétrica con Duhalde, confiscación de ahorros previsionales (otra vez) con los K, inflación, control de cambios, endeudamiento en el gobierno actual. Futuros. [5]
La inestabilidad institucional excede todas estas exacciones enumeradas, esta violación sistemática a la Constitución Nacional. Como dice José Benegas: "jamás viví bajo el imperio de la Constitución". No. Desde 1930 que nadie vivió bajo la Constitución.
Excede por las razones que da Paté de Freud: tenemos un homicida de Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que, además, no puede explicar donde están todos los fondos de la Corte que él maneja junto a un amigote que trajo de Rafaela.
Los jueces y fiscales son unos mamarrachos, lo que siempre supimos, pero que el kirchnerismo puso en evidencia.
¿Le encuentran cuatro millones de dólares a Florencia Kirchner y ella y su madre no son inmediatamente apresadas? ¿Descubren a Julio López con millones de dólares y tardan díaaaaassss en allanar su casa?
Y lo mismo se puede decir con varias causas del gobierno de la ciudad cuando Macri estaba al frente. Argentina, país donde no se investigan las maniobras de Odebrecht.
Claro que Paté de Freud tiene razón.
La Justicia en Argentina no existe. Por lo tanto nuestro patrimonio está en peligro. Porque cualquier gobernante puede sacar con ayuda del congreso una ley para confiscarlo y ningún juez nos va a defender.
Tener el dinero afuera por parte de cualquier individuo es dejar su patrimonio, o parte de él, fuera del alcance de nuestros magistrados, que ya han demostrado cual venales son. ¿Último ejemplo? Cristóbal López. Nosotros tenemos que entrar dos veces por semana a la AFIP on line para notificarnos de cualquier cambio pedorro de reglamentación y el tipo financió sus shady business propiedad de Cristina Fernández, Lula y Rousseff y vaya uno a saber cuántos más, con dinero de los contribuyentes está libre. Y todos están libres, incluidos López, Fernández, Lula y Rousseff.
Así que sí. Paté de Freud tiene razón.
Excede por las razones que da Paté de Freud: tenemos un homicida de Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que, además, no puede explicar donde están todos los fondos de la Corte que él maneja junto a un amigote que trajo de Rafaela.
Los jueces y fiscales son unos mamarrachos, lo que siempre supimos, pero que el kirchnerismo puso en evidencia.
¿Le encuentran cuatro millones de dólares a Florencia Kirchner y ella y su madre no son inmediatamente apresadas? ¿Descubren a Julio López con millones de dólares y tardan díaaaaassss en allanar su casa?
Y lo mismo se puede decir con varias causas del gobierno de la ciudad cuando Macri estaba al frente. Argentina, país donde no se investigan las maniobras de Odebrecht.
Claro que Paté de Freud tiene razón.
La Justicia en Argentina no existe. Por lo tanto nuestro patrimonio está en peligro. Porque cualquier gobernante puede sacar con ayuda del congreso una ley para confiscarlo y ningún juez nos va a defender.
Tener el dinero afuera por parte de cualquier individuo es dejar su patrimonio, o parte de él, fuera del alcance de nuestros magistrados, que ya han demostrado cual venales son. ¿Último ejemplo? Cristóbal López. Nosotros tenemos que entrar dos veces por semana a la AFIP on line para notificarnos de cualquier cambio pedorro de reglamentación y el tipo financió sus shady business propiedad de Cristina Fernández, Lula y Rousseff y vaya uno a saber cuántos más, con dinero de los contribuyentes está libre. Y todos están libres, incluidos López, Fernández, Lula y Rousseff.
Así que sí. Paté de Freud tiene razón.
En cuanto a la propuesta de Max a secas que otros emularon, sobre que todos los argentinos tengamos dinero afuera, tiene varios bemoles. Los argentinos tienen fortunas en el exterior. Miles de millones de dólares. Puede ser un millonario con cientos de millones afuera o un ferretero de González Catán que tiene seis mil dólares en el baño. En ambos casos parte de su patrimonio está fuera del alcance de magistrados y gobernantes argentinos.
Pero si TODOS los argentinos nos llevamos el dinero afuera, empieza una carrera como sucedió en Cuba, en Venezuela o en Zimbawe. Es la Puerta Doce.
¿Cómo tenemos nuestro patrimonio la mayoría de los argentinos? La gran mayoría sólo tiene su trabajo para vender y viven al día. El resto de la mayoría que sí tiene patrimonio, posee bienes de capital o patrimonio físico personal. Un comercio, ganado, camiones, un galpón, una máquina, una cosecha, una cosechadora, inmuebles para renta, una casa para vivir o para las vacaciones, automóviles, motos, inventarios de lo que sea (tela, cuchillos, agroquímicos, forraje, chapas, tejas, ladrillos, arena, medicamentos, etc.). ¿Qué hacemos? ¿Vendemos nuestras propiedades y sacamos el metálico? Entonces, en efecto estampida, todo empieza a valer menos. Los últimos en vender malvenden sus propiedades por monedas. Algo así empezó a suceder 2001/2002. Así fue en Venezuela y Zimbawe.
Y nos queda un país sin inversión. Nos queda Zimbawe.
Hablar de que todos los argentinos saquen lo que puedan del país es hablar del no-país. De una quiebra, en el sentido estricto del término. Es no cumplir con el Preámbulo: “...para nosotros, para nuestra posteridad…”.
Gobernancia
Pero si TODOS los argentinos nos llevamos el dinero afuera, empieza una carrera como sucedió en Cuba, en Venezuela o en Zimbawe. Es la Puerta Doce.
¿Cómo tenemos nuestro patrimonio la mayoría de los argentinos? La gran mayoría sólo tiene su trabajo para vender y viven al día. El resto de la mayoría que sí tiene patrimonio, posee bienes de capital o patrimonio físico personal. Un comercio, ganado, camiones, un galpón, una máquina, una cosecha, una cosechadora, inmuebles para renta, una casa para vivir o para las vacaciones, automóviles, motos, inventarios de lo que sea (tela, cuchillos, agroquímicos, forraje, chapas, tejas, ladrillos, arena, medicamentos, etc.). ¿Qué hacemos? ¿Vendemos nuestras propiedades y sacamos el metálico? Entonces, en efecto estampida, todo empieza a valer menos. Los últimos en vender malvenden sus propiedades por monedas. Algo así empezó a suceder 2001/2002. Así fue en Venezuela y Zimbawe.
Y nos queda un país sin inversión. Nos queda Zimbawe.
Hablar de que todos los argentinos saquen lo que puedan del país es hablar del no-país. De una quiebra, en el sentido estricto del término. Es no cumplir con el Preámbulo: “...para nosotros, para nuestra posteridad…”.
Gobernancia
En administración de empresas existe un concepto que se denomina gobernancia. Dicho en pocas palabras, es el conjunto de reglas, incentivos, procesos, relaciones y mecanismos que rigen entre los distintos componentes de una empresa para dirigir la misma y hacer que gane plata. O lo que sea que sea el objetivo, por ejemplo en una fundación, un club u otras asociaciones sin fines de lucro.
¿Qué se debe tener en cuenta?
Los distintos intereses de las partes. Para simplificar: en una empresa tenemos accionistas (los dueños), los gerentes (administradores), los empleados, los clientes, los proveedores, la comunidad, el estado. Puede haber más, pero es una lista más o menos completa. Según la organización de cada empresa el directorio puede estar conformado por accionistas o por gerentes (administradores). Denomino a los gerentes como administradores porque son los administradores de bienes que no le pertenecen. Este concepto es importante y deberíamos aprenderlo bien.
Existen conflictos de gobernancia cuando los intereses no están alineados. Ejemplo: cuando determinadas operaciones benefician a los gerentes o a los gerentes de más alto rango pero no a los accionistas. Ése es el conflicto más común de todos. Hay muchísimos ejemplos de gerentes tomando malas decisiones porque no les afectaban o directamente trabajaron contra el patrimonio de los accionistas. Un caso es ENRON, otro caso es el de los bonos de los gerentes pagados en paraísos fiscales sin autorización ni conocimiento de los accionistas en el BBVA en España.
Pero realmente existen miles de ejemplos. Otro caso es en los clubes de fútbol donde la compra-venta de derechos de contratos de futbolistas benefician - bajo cuerda - a directivos del club, a intermediarios, etc., pero ese dinero no entra a las arcas del club. Como la propiedad de un Club está altamente atomizada, las defensas contra los directivos infieles es difícil por lo general e imposible en un país sin Poder Judicial como el nuestro.
Otro ejemplo es cuando un acuerdo entre patronal y dirigentes sindicales es perjudicial para los trabajadores pero no para los sindicalistas (porque cobran sobornos o porque no viven del sueldo de convenio).Entonces, ¿Por qué me disgusta que Dujovne o Aranguren o Macri tengan la mayoría de su patrimonio afuera? Porque no son socios nuestros.
Porque no tienen los mismos incentivos que nosotros para levantarnos cada día.
Porque no corren los mismos riesgos que nosotros.
Para nosotros es terrible tener los jueces que tenemos. Un juez laboral puede hace quebrar mi negocio o mi empresa. Nada de eso afecta a Dujovne cuyo capital no es sometido a la terrible ley laboral argentina y la peor aplicación de la misma.
A ningún miembro del gabinete le afecta que cuatro lúmpenes corten la Ruta 40, porque su capital no está en juego, como sí lo está para todo la población desde Neuquén a Santa Cruz. Ya sea alguien que tenga un hotel, una hostería, un comercio o trabaje en relación de dependencia. La vida de todos ellos pende de un hilo. Cualquier día su capital puede pasar a valer cero. Eso no afecta a quienes tienen que tomar las decisiones de gobierno.
Para mí es terrible. Es la clase de gente que bajo ningún punto de vista quiero tener tomando decisiones que me afecten. Porque si toman una mala decisión me afecta a mí pero no a ellos.
Es un claro ejemplo de problema de gobernancia.
Porque a mí se me juega mi patrimonio todos los días, pero a los tipos no.
Yo tengo que pagar 1,5% a la AFIP y 3,6% de impuestos a los sellos de Capital cada vez que vendo o compro una propiedad. Esos son problemas que los ministros no tienen, porque ellos no tienen propiedades aquí. ¿Qué incentivos puede tener el funcionario para bajar impuestos?
La gran mayoría de la población tiene su destino atado al país. La mayor parte porque lo único que tiene para vender es su trabajo y está sujeto a las leyes argentinas, donde ⅓ de su salario se lo queda el Estado y los sindicalistas. Del resto, hay miles de productores y propietarios rurales, contratistas, comerciantes, profesionales, que tienen su patrimonio íntimamente atado a las leyes locales. A todos ellos le afecta tener una AFIP voraz, abusiva, tipo GESTAPO. Eso no es problema para los gerentes/funcionarios. Porque su suerte no está atada la nuestra, no corren nuestros riesgos ni sufren nuestros problemas.
La Argentina necesita para crecer una inversión masiva de capital. Puede ser de extranjeros que inviertan en el país o nosotros que pongamos el dinero que tenemos afuera, adentro. En ambos casos las exigencias son las mismas: estabilidad institucional, impuestos razonables y que bajen las regulaciones. La clase política no nos acompaña en ninguna de esas restricciones porque tienen su canuto afuera. El perjuicio que nos generan estos administradores al saberse que "no están invertidos" en la Argentina, que "no están comprados" en la Argentina, para usar jerga de finanzas es, ciertamente, gravoso.
Hay un problema de gobernancia mayúsculo.
Dejo una analogía y con eso termino: tenemos comandando el buque que es la República Argentina a un capitán y sus ayudantes que no están arriba del barco, que manejan a control remoto. Si el barco llega a puerto, muy bien, los felicitarán, pero si naufraga, a ellos no los toca.
Es peor que el Costa Concordia. En ese caso el capitán abandonó el barco antes que nadie, pero estaba arriba del barco. Estos, ni siquiera.
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PD: Si los ministros ganaron tanto dinero acá, ¿tan mal no les fue en la Argentina, no? Entonces, ¿por qué no multiplican los peces y los panes? Raro.
PD2: Nos queda la sospecha que esta última exposición pública de Aranguren y las críticas a él desde la prensa no sean más que una lucha intestina en el gabinete. Pena.
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[1] Muy bien descripto en “Desorden y Progreso” de Pablo Gerchunoff. Recomiendo.
[2] Si bien la Argentina, por las políticas conservadoras que estimularon la obra pública, lograron que el nuestro fuera el primer país del mundo de salir de la crisis, mucho antes que EEUU o la misma GB.
[3] Empréstito 9 de Julio.
[4] Sí, Illia.
[5] El actual gobierno completó un acto de desfalco a la población, Una estafa en dos tiempos, la primera parte la hizo el gobierno de Fernández/Kiciloff/Vanoli y el segundo paso Macri/sturzenegger. Fue la mayor transferencia de ingresos de las personas a cinco tipos, a los mismos de siempre, a los prebendarios, de las últimas décadas. Tal vez mayor que la pesificación de Duhalde. Tal vez. Todo eso lo conté acá. Fueron miles de millones de pesos que pusimos todos y se los llevaron cuatro. Fue una denuncia de Prat Gay y Pinedo, que no se desarmó porque parte de los favorecidos eran miembros del gabinete de Macri, aportantes a la campaña y en resumen, los prebendarios que están con TODOS los gobiernos. Y ya sabemos cómo es: es la clase política+prebendarios contra la población.
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