Nosotros
los Televidentes
Pedido
Esto es un
pedido a los productores y directores de la televisión argentina, respecto a
los noticieros, canales de noticias y programas de actualidad política.
No soy del
gremio. No entiendo. Soy una televidente. Público. La que consume (o no) lo que
emiten.
Y no me
gusta lo que veo. Es pobre, berreta, de cabotaje, chanta, mal intencionado,
viejo, obsoleto, vetusto.
Es de mala
calidad no sólo respecto a los noticieros y canales de noticias del primer
mundo (Francia, España, BBC, Alemania, RAI o cadenas norteamericanas).
Es mala
respecto a la televisión de Uruguay, Colombia y la misma Telesur.
Falta de
muñeca
Luego de
las elecciones del año 2015 pensé que los productores iban a entender que el
ánimo del público, y sus gustos habían cambiado.
Hubo
preavisos. Las marchas del año 2014 y la del 18/02/2015 en homenaje al
asesinado Fiscal General Alberto Nisman.
Hubo
tiempo. La primera vuelta electoral fue en octubre. Dio tiempo a todos los
responsables de programación para reevaluar lo que emitían y prepararse para un
formato nuevo.
Nuevas
caras, nuevos decorados, nuevos contenidos.
Nada.
Luego pensé
que durarían hasta el 31 de diciembre, fecha previsible de finalización de los contratos, pero
que ya para las fiestas estarían anunciando la nueva programación de enero.
Nada.
El público
explicita taxativa y estadísticamente una nueva preferencia y los canales de
televisión no lo registran.
Raro.
O no.
Porque tal vez los canales no viven del rating (el que decide si una fábrica de
detergente les pone un aviso o no) sino de otros ingresos, (el estado o
venderles chivos a los políticos).
Es la única
explicación para la falta de conexión de los responsables de programación y el
públicos.
Todo lo que
está mal
Detallaré,
con el fin de colaborar y que los canales emitan lo que a mí me gusta, todo lo
que veo mal en los noticieros, canales de noticias y programas políticos.
Es tanto lo
que está mal, que no sé por dónde empezar. Así que lo haré desordenadamente.
Los decadorados
son berretas. Los presentadores están mal vestidos, peinados y maquillados. En
particular, a las damas, las visten como si fueran a ir a una bailanta de mala
muerte. Mujeres feas y gordas (lo que no impediría en absoluta su trabajo)
vestidas como veinteañeras modo sábado a la noche. Ruedo corto, colores
chillones, ropa brillosa, ruedos irregulares, blusas con hombros al aire. Todo
da una imagen de falta de profesionalismo.
Aventuro
que la razón es que los canales no gastan dinero en uniformes y las visten con
canje, canje con locales berretas, de ropa hecha en China o en talleres
clandestinos. Berreta sub-berreta.
Contrasta con
la pulcritud de los noticieros de todos los países desarrollados y de Telesur.
Con este último canal puedo tener divergencias de contenido, pero sus
presentadores visten bien, hablan pausado y claro, en castellano entendible, y
sólo presentan la noticia. No comentan si se pelearon con el cuñado.
El
comportamiento de los presentadores es inadmisible. Largos minutos hablando de
temas personales. Chascarrillos internos. Supuestos bloques de humor (lejos de
tal condición), con el claro objetivo de hacer tiempo. Más allá de ser un humor
mediocre e inimaginativo, es ejecutado por amateurs, lo que lo convierte en
patético. Pienso en particular los
bloques de Nelson Castro y el bloque de VanderKooy y Blanck. Pero no son los
únicos.
La
producción es pobre. Noticias mal investigadas, falta de cámaras, inexistente
cobertura del interior, no solo de profesionales propios, sino que los canales
de noticias ni siquiera han desarrollado una red free-lance en el interior del
país.
Claro caso
fue cuando el atleta Dr. Crismanich ganó la Medalla de Oro Olímpica. No había un solo
medio que estuviera en Corrientes para cubrir una nota a su familia. En
contraste, la televisión colombiana cubrió perfectamente la algarabía de
familiares y vecinos frente al triunfo de la atleta Mariana Pajón (ciclismo).
La falta de
profesionalismo se comprueba en todos los rubros. Cuando es el momento de cubrir
el Dakar, Fox tiene una sola persona que habla inglés (Fossaroli), el resto
balbucea pocas palabras, incluido el enviado de Canal 7. Un torneo con una alta
participación de corredores franceses hubiera hecho pensar que tendrían 1 (uno)
que hablara francés. No.
Es
indispensable que cuando hay que cubrir un evento internacional, se le tome un
examen de aptitud a las personas que envían. Es básico. En la Argentina hay muchas personas que hablan
idiomas extranjeros. Cualquiera lo haría mejor. Por ejemplo, llamar a los
egresados del Liceo Francés o a las personas que terminaron la Alianza. Y ver
si alguien hace periodismo. O, dado que hace
años que se hace en el país, pagarles clases a los enviados.
La
cobertura del mundial de football en Brasil es particularmente descriptiva. Los
canales enviaron decenas de personas, con un considerable gasto. Ninguno sabía
nada, parecían cualquiera de nosotros hablando con un compañero de oficina, parando a las
personas por las calles para las preguntas más ordinarias. Sin embargo ninguno
(o casi ninguno) sabía hablar inglés. Por lo que si se llegaban a cruzar con algún
jugador extranjero estaban totalmente imposibilitados de elaborar una pregunta.
Todo es de cabotaje, porque no tiene más bloque internacional. Hace muchos años atrás, teníamos enviados internacionales nuestros cubriendo distintos eventos en el mundo.
Todo es de cabotaje, porque no tiene más bloque internacional. Hace muchos años atrás, teníamos enviados internacionales nuestros cubriendo distintos eventos en el mundo.
Ahora ni
siquiera hay un bloque internacional relevante en ningún noticiero (no importa
la ideología). No hay. Ni siquiera comprado en paquete al exterior. Tiene que
suceder algo totalmente extraordinario para que lo pasen.
Las
noticias son de un cabotaje exasperante. Horas y horas por un asalto en Lanús.
Puterío. Y una falta absoluta de criterio para mensurar la importancia de las noticias.
Si ya no
existen profesionales con esas habilidades, sugiero que copien los formatos de
los noticieros extranjeros, hasta que se reaprenda el arte. Bloque
internacional, bloque político nacional, bloque económico, noticias del
interior del país, judiciales/policiales, breve bloque de notas de color. No es
tan difícil. Una lega como yo lo sabe.
El punto
insoslayable son las personas que vemos en la televisión. Hay personas que se
deben ir. Que los asociamos con lo que se
fue. No sólo en Canal 7. En TN, en América, en Canal 26. Ya está, no los
queremos ver más.
Nadie dice que no trabajen. Pero no pueden estar más en los horarios centrales. Que subsistan en Metro, como muchos buenos periodistas tuvieron que hacerlo por doce años.
Nadie dice que no trabajen. Pero no pueden estar más en los horarios centrales. Que subsistan en Metro, como muchos buenos periodistas tuvieron que hacerlo por doce años.
Son
personas asociadas con el régimen que se fue. En el caso de TN si bien estuvo
en la oposición, no fue así los primeros años, y las caras visibles están indefectiblemente asociadas con ese ida y vuelta.
Resulta obvio en algunos casos la falta de profesionalismo y aptitud para cubrir esas posiciones (vocabulario reducido, errores de dicción, errores de concepto, falta de cultura general y a veces desconocimiento mínimo sobre el entrevistado o el tema a tratar).
Resulta obvio en algunos casos la falta de profesionalismo y aptitud para cubrir esas posiciones (vocabulario reducido, errores de dicción, errores de concepto, falta de cultura general y a veces desconocimiento mínimo sobre el entrevistado o el tema a tratar).
El formato
de los programas de política es calcado. Reciben funcionarios o candidatos, los
cuales se repiten a todo horario y canal. Resulta sospechoso esa falta de
figuras con conocimiento específico en los temas o la falta de pluralidad. El
primer pensamiento es que estos anfitriones alquilan los espacios al mejor
postor, y el que está dispuesto en poner dinero resulta invitado.
Presumo, asimismo, una enorme haraganería en buscar expertos o profesionales en el tema. Con raras excepciones, como puede ser Odiesea Argentina, que no tiene invitados convencionales y sí expertos en tal o cual tema.
Presumo, asimismo, una enorme haraganería en buscar expertos o profesionales en el tema. Con raras excepciones, como puede ser Odiesea Argentina, que no tiene invitados convencionales y sí expertos en tal o cual tema.
Es
llamativo la falta de tiempo dedicado a los problemas internacionales. En un
país que debería vivir de la exportación, y con dos conflictos internacionales
abiertos, Malvinas e Irán, nadie es invitado a explicar a la población, los
cambios que se producen en el mundo, los bloques políticos o económicos que se
conforman o los impactos que tendrán en nosotros. Cabotaje.
Que me
gustaría
Quisiera
que todos los periodistas jóvenes que fueron excluidos de la TV tuvieran su
posibilidad.
Me gustaría
que se vayan los viejos que fueron cómplices canallas durante doce años K, tomaron posición pro o
anti Clarín al final y le hicieron campaña a Scioli.
Que los
carcamanes, como sea que piensen, se vayan.
Que los que
venden espacio, como Montenegro, que tuvo día por medio a un tal Lorenzino (personaje menor si los hay), u O’Donell,
se vayan.
Que los presentadores y anfitriones sean
profesionales en cámara. Cero comentarios personales.
Que a las damas las vistan bien. Si no tiene dinero en la producción, un (1) traje sastre, ruedo a media rodilla, bien peinadas, y punto.
Que a las damas las vistan bien. Si no tiene dinero en la producción, un (1) traje sastre, ruedo a media rodilla, bien peinadas, y punto.
Que los
noticieros tengan un formato convencional. Con bloques fijos. Si no saben cómo
hacerlo, hasta que aprendan, que copien cualquier noticiero español o de la
BBC.
Que sean
sobrios. Tipo Prat Gay. Sin chascarrillos, sin chistes, sin comentarios
personales. Sólo presenten la noticia. Y que la producción trabaje. Que las
noticias estén bien elaboradas.
En cuanto a
los canales de noticias, que tengan tiempos prepautados sobre el tipo de
noticia. No puede ser que desaparece una adolescente con exceso de actividad
hormonal y estén 24x24. Mientras tanto pasan cosas, tiran un avión en Ucrania,
hay un terremoto en Japón, destituyen algún intendente en alguna provincia,
destraban la importación de carne argentina en EEUU.
En cuanto a
los programas políticos, el sistema de alquiler de espacios es evidente y
desmotiva al televidente.
Denle producción a los anfitriones y que sea invitada gente que sepa. El país necesita pro-fe-sio-na-lis-mo, en todos los órdenes.
Si hablan de química, que venga un químico, si hablan de relaciones internacionales, un egresado de la carrera diplomática, y así. No es difícil.
Resulta exasperante que en un noticiero llamen a, por ejemplo, un zoólogo, para preguntarle por tal o cual plaga, y sea interrumpido por la presentadora del canal, que le discute al pobre hombre, como si pudiera.
Denle producción a los anfitriones y que sea invitada gente que sepa. El país necesita pro-fe-sio-na-lis-mo, en todos los órdenes.
Si hablan de química, que venga un químico, si hablan de relaciones internacionales, un egresado de la carrera diplomática, y así. No es difícil.
Resulta exasperante que en un noticiero llamen a, por ejemplo, un zoólogo, para preguntarle por tal o cual plaga, y sea interrumpido por la presentadora del canal, que le discute al pobre hombre, como si pudiera.
Y
básicamente, darle lugar a caras nuevas, con contenidos nuevos y formatos
nuevos. (Por favor, no imiten el berreta decorado de PTP).
Nombres
nuevos que conozco: Luis Gasulla, Emilia Delfino,
Rodrigo Alegre, Nicolás Lucca, Luis Gasulla, Christian Sanz, José M. Stella,
Ignacio Montes de Oca, Federico Poore, Ramón Indart, Virginia Messi, Juan
Manuel Bordón, Gustavo Grabia, Nicolás Wizñaki o, una persona con trayectoria e
injustamente marginado, Matías Longoni.
Seguro hay muchos más, pero puse a quienes leo y sigo. Existen numerosos periodistas del interior que no tienen oportunidad alguna en los medios capitalinos, cuando hoy es perfectamente posible grabar, con la misma calidad, en Córdoba, Santa Fe o Posadas.
Seguro hay muchos más, pero puse a quienes leo y sigo. Existen numerosos periodistas del interior que no tienen oportunidad alguna en los medios capitalinos, cuando hoy es perfectamente posible grabar, con la misma calidad, en Córdoba, Santa Fe o Posadas.
Hay
material humano para cambiar de cuajo los formatos y los contenidos. Supongo
que de igual manera hay un ejército de productores, que pueden jubilar
definitivamente a los Blanck, Morales Solá, Nelson Castro, Montenegro u O’Donell,
caras visibles de una operación mediática, que tenía como único objetivo,
quebrar nuestra voluntad.
Verdaderas quintas columnas.
Verdaderas quintas columnas.
Vaya aquí
mi aporte como televidente.
Quiero
calidad, quiero que los canales gasten dinero en producción y en particular, en
selección de personal.
Espero que se termine el tiempo que para tener un lugar, lo
imprescindible sea ser alcahuete, y pase a ser importante, ser profesional.
Espero que tengan que hacer buenos programas y conseguir publicidad, sin vivir de la pauta oficial. Y si ésta existe, que exija, al menos, el mismo nivel de profesionalismo de la tendenciosa Telesur.
Espero.
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