Caras Extrañas
Sus ojos se cerraron
…y es cruel este silencio
…y no tengo el consuelo
de poder llorar.
…Yo sé que ahora vendrán caras extrañas
Alfredo Le Pera
Gentileza
de @OSanmartino
Radio, TV y Prensa
Escrita
Parto de la base que la ciudadanía coincide en
grandes números con la clientela de los diversos medios de comunicación.
En las elecciones del año 2013, el electorado
informó a los políticos, a los dueños de medios, a los periodistas y
animadores, y a dueños de empresas varias, que su humor no coincidía con el
oficialismo.
Aún así, y con información exacta a su disposición,
todos estos actores siguieron funcionando como si nada hubiera cambiado.
Las mismas caras, las mismas notas, los mismos
formatos y la misma coloratura.
Excepto algunos raros casos, todos los programas
políticos fueron monocromáticos. Idénticos a los del día anterior a las elecciones.
Con ese elenco llegamos a las elecciones del 2015.
A partir de ese momento fue indubitable que la
población quería otra cosa. Lo que sea, pero distinta a la oferta anterior.
Sin embargo, los responsables de programación de
Radio y TV y los jefes de redacción, no cambiaron los formatos, ni las caras,
ni las plumas.
Venta de almas
Las razones para la cristalización periodística y de
entretenimiento del período 2013-2015 es fácil de entender: los medios vivían
de la pauta oficial, no de la publicidad privada. Por lo tanto no importaba
tanto el rating o la circulación. Ésta determina la tarifa a cobrar al
fabricante de gaseosas o jabón. Pero no de la pauta oficial.
Por lo tanto, el cliente principal fue el poder ejecutivo
nacional. El cliente 2013/15 no cambió, la oferta informativa tampoco.
Los gerentes de programación y los jefes de
redacción se preocuparon (y fueron servilmente eficientes) en satisfacer a sus
amos del Poder Ejecutivo Nacional.
Elecciones 2015
En las elecciones nacionales quedó más que claro que
se acabó un ciclo.
Fue particularmente evidente en capital y gran
Buenos Aires.
Sin embargo quienes deciden los contenidos continúan
actuando como si la pauta la siguiera manejando Aníbal Fernández.
Siguen actuando como si el rating no importara. Como
si vender espacio de publicidad a “Skip” no importara.
¿Por qué? No encuentro explicación. (Post anterior sobre el mismo tema: Nosotros los Televidentes)
Primero pensé que el resultado electoral los tomó a contrapié.
Y tenían todos los contratos hasta el 31 de diciembre 2015. Que cambiarían para
enero (tuvieron 40 días).
En particular en Capital, donde viven la mayoría de
los periodistas y gerentes de programación, la población votó en un 80% a
Macri, ¿no suena ninguna alarma, ninguna campana, ningún timbre?
Ahora ya no sé qué pensar.
Las mismas caras, el mismo sesgo pro K populista. La
Nación es ilegible. Clarín siempre lo fue. Perfil, luego de las elecciones se
volvió más pro K, si es era posible.
Seguimos viendo en la tele los mismos formatos
(Intratables con producción ultra K), los noticieros K, Crónica, Telefé, Clarín-Canal
13.
Los mismos rostros que hicieron campaña para Scioli
como Morales Solá, Bonelli, Blanck, O'Donell, Montenegro.
No tengo respuesta.
No entiendo porqué no tiraron todo a la basura y
presentan gente nueva.
Les doy una pequeña pista a los gerentes de
programación. Tinelli o se reinventa o ya fue. Intratables fue. Todos los
rostros de TN excepto “Odisea Argentina” murieron.
Existe gente que peregrinó por el desierto durante
12 años. La audiencia, los lectores quieren verlos jugar en primera A. ¿Por qué
los dueños de los medios no?
Les digo a quiénes me gustaría ver a mí:
Luis Gasulla, Emilia Delfino, Rodrigo Alegre,
Nicolás Lucca, Christian Sanz, José M. Stella, Ignacio
Montes de Oca, Federico Poore, Ramón Indart, Virginia Messi, Juan Manuel
Bordón, Alicia Panero, José Benegas, Gustavo Grabia, Nicolás Wizñaki o, una persona con trayectoria e
injustamente marginado, Matías Longoni. Un programa propio a Hugo Alconada Mon.
La ciudadanía ya cambió el elenco de políticos.
Ante la insensibilidad a la demanda por parte de los
accionistas de los medios ¿también nos tendremos que ocupar de cambiar
la programación?
Muy buena. Me gusta.
ResponderBorrarGracias. Me alegro.
BorrarSomos varios los extrañados con la actitud de muchos miembros de la prensa. Perdone que lo diga así pero me cuesta asignarle cuerpo a algo más bien informe.
ResponderBorrarRazones, seguro habrá muchas, desde las más ruines a las más imbéciles. Dentro de estas últimas no quiero creer que ahora defienden a un régimen que defenestraban porque a la (escasa) distancia cosas que les parecían terribles ahora ya no son tal en su enfermizo modo de ver.
Dentro de las primeras tal vez se encuentre un posicionamiento que busque reeditar el sometimiento a través de la pauta que antes abundaba y ahora escasea. Antes y ahora el destinatario del mensaje es el gobierno de turno y no sus lectores/oyentes/televidentes. Estos últimos quedan reducidos al papel de legitimadores del mensaje a través del número que arroja el share. Perfil -con su inusitada espada Falduto- decidió adoptar una postura crítica para ejercer presión en pos de obtener las señales de radio y TV que Sabbatella les negó. Un dame lo que quiero y me callo.
La Nación no tiene explicación, salvo que a nivel accionario haya ocurrido algo que no sepamos.
Otra posibilidad es que como gran parte de la clase media porteña, muchos de los comunicadores se consideren progresistas y, como tales, desprecien todo lo que no provenga de lo que ellos consideran izquierda. Me llama la atención que Lanata súbitamente se haya llamado a silencio, como si quisiera conservarse para aparecer más adelante con una postura crítica que en este momento sería insostenible.
Razones hay muchas más. Pero aún así no se entiende la manifiesta hostilidad ante el mínimo gesto de un gobierno que recién está comenzando. Te puedo entender que con el paso del tiempo tengas cosas para criticar, pero al menos dale tiempo.
No puedo estar más de acuerdo. El origen del dinero pasó a ser el Estado y no los anunciantes. Que quiebre todos y se los lleve la marea.
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