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jueves, 24 de marzo de 2016

Población V

Población – Energía - Logística
Raquel Liberman, inmigrante ucraniana, víctima de Zwi Migdal [1], una mujer valiente.

Fila para retirar comida gratis provista por la municipalidad de Nueva York, crisis 1930.

El golpe de 1930 se dio en la Argentina durante un cambio de paradigmas internacional, luego de la crisis bursátil en Nueva York. Los países limitaron el comercio internacional y finalmente las restricciones llegaron a la Argentina.


Exposición Industrial Centenario - Presidencia Figueroa Alcorta.

Festejos del Centenario.

Tanto la élite gobernante, como la población en general, perdieron la fe ciega en el progreso infinito [2]. Tal flaqueza en lo que había sido el motor anímico de un crecimiento que se había creído imparable, fue visto como una oportunidad para ganar poder o dinero o prestigio o todo lo anterior por quienes se sentían perdidosos en el orden conservador, primero, y radical, después.
Se agrega que, tras la revolución rusa en 1917 y el avance de los partidos anarquistas, socialistas y comunistas en Europa y en menor medida, en EEUU y Argentina, los burgueses se asustaron. 


Huelga general enero 1919.

Huelga inquilinos 1907.
La Patagonia Trágica durante el gobierno de Yrigoyen.
Marcha conmemorativa de los asesinatos de Sacco y Vanzetti - Anarquistas - 1927.

Tanto en la Argentina como en todo el mundo europeo, desde el inicio del SXX hasta 1930, se vivieron décadas de alta conflictividad social, tanto con obreros – quienes comenzaron su sindicalización – como con labriegos. La élite argentina, tanto conservadora como radical, si bien reprimió, a veces sangrientamente, las protestas, no fueron suficiente motivo como para abandonar el ordenamiento liberal dictado por la constitución. 
Y sólo Joaquín V. González, Ministro del Interior de Julio Argentino Roca, efectuó una propuesta superadora, para intervenir y mediar en el conflicto social. De haber sido exitosa, tal vez hubiera sido una solución que se podría haber exportado al resto de Europa y abortar antes de su nacimiento la solución corporativa (Mussolini, Hitler, Franco) que tanto daño y muerte generó en el Continente. 
Estatua de Joaquín V. González en la Universidad de La Plata.

La Historia no ha sido con Joaquín V. González lo suficientemente justa. 
El golpe de 1930 que depuso a Yrigoyen no fue, entonces, la restauración del orden conservador, entendiendo como tal a Roca (segunda presidencia), Quintana, Sáenz Peña, sino la aplicación de una doctrina extremadamente novedosa, en la Argentina y en el mundo: la supresión de las garantías liberales y la intromisión del Estado en la vida de las personas y las empresas.
Federico Pinedo.

El gobierno de Uriburu contó en su gabinete con el Ministro Federico Pinedo, un hombre joven, muy talentoso, quien estaba rodeado de un grupo de profesionales de su misma edad y calificaciones.
Juntos implementaron un programa que los europeos enunciaban teóricamente, pero no habían aplicado: el intervencionismo estatal. Suspender las garantías de libertad que nuestra constitución nos brinda para que el Estado asuma el rol de gran padre sabelotodo.
Las medidas fueron sorpresivamente exitosas. Si hubieran fallado, habrían sido descartadas. Pero no tuvimos tanta suerte. 
- Cierre de las aduanas excepto la de Buenos Aires. Toda la mercadería tenía que entrar o salir por este puerto.
- Control estatal del comercio exterior. Junta Nacional de Granos y de Carnes.
- Aumento de impuestos de la Nación para incrementar su injerencia en el resto del país (creación anticonstitucional del impuesto a las ganancias).
- Limitaciones al comercio. Prohibición de importar e importar. Cuotas.
- Creación del Banco Central.
- Obra pública, concentrada principalmente en Buenos Aires. Aumento del empleo público.
- Aumento de aranceles a la importación.
Como corolario,  la República Argentina fue el país que más rápido salió de la crisis de comercio internacional. Para 1932 los efectos habían disminuido notablemente y para 1935, se había dejado atrás. 
Comisiones argentinas e inglesas, de gala, en Londres, previo a la firma del tratado Roca-Runciman.
Tratado Roca-Runciman en la tapa de Caras y Caretas.

El golpe de Estado de 1930 y el Plan Pinedo reconfiguraron el país, tanto como originalmente lo hicieran las batallas de Caseros y Pavón.
Agrego, como digresión, que el golpe constituyó el primer paso de la Iglesia Católica Argentina para desandar el camino al que la había enviado Julio Argentino Roca. A partir de 1930, la Iglesia participó en todos los golpes de estado. Le llevó décadas, pero en cada golpe obtuvo una prebenda. Actualmente casi recuperó la totalidad de los privilegios que el gobierno constitucional le había quitado [3].

Consecuencias demográficas-económicas del Plan Pinedo
Configuración del complejo Capital-Conurbano.

Repito acá la frase del Dr. Jorge Ávila:
Dr. Jorge Ávila.

Dos modelos han ordenado la economía argentina desde la Organización Nacional. El de Juan Bautista Alberdi, entre principios de la década del 1860 y principios de la década de 1930, y el de Federico Pinedo a partir de entonces". Antídotos contra el riesgo argentino, Buenos Aires, 2010.
Las medidas del gobierno central tuvieron por consecuencia reducir las exportaciones no tradicionales [4]. Las exportaciones tradicionales sufrieron cupos, que el estado nacional repartía, en general entre sus adscriptos (aquí). Empobrecieron a las zonas ganaderas marginales como Corrientes, Entre Ríos y el Norte de Santa Fe. Y las Juntas Nacionales, intervención exigida por las organizaciones de productores rurales para establecer precios sostenes, terminaron siendo manipuladoras de los márgenes de rentabilidad, y afectándolos negativamente.
Asimismo el Estado, a través del Banco Central, comenzó a fijar el tipo de cambio y por lo tanto, los márgenes de ganancias de los productores de toda suerte de bienes [5].
Siguió el crecimiento de YPF una empresa netamente unitaria [6]. 
Construcción Monumento a la Bandera, 1938-1957.

La compensanción que encontró el Ministro Pinedo a tantas restricciones fue un enorme gasto estatal, en particular en obra pública. Aplicaron las propuestas de Keynes, antes que éste estuviera de moda [7]. 
El efecto más evidente de este conjunto de decisiones gubernamentales fueron los movimientos migratorios internos.
Villa Miseria en el Puerto de Buenos Aires.

Podría haber sido un efecto temporario, mientras durara la crisis. Sin embargo todas las medidas que instauró Pinedo se mantienen aún hoy. Sólo la prohibición de exportar por otros puertos fue levantada tiempo después, aunque muy parcialmente. Esta apertura fue mentirosa: no se hicieron grandes inversiones en infraestructura para que dichos puertos tuvieran ventajas competitivas y la tramitación de derechos de exportación o importación había que tramitarla en Buenos Aires. 
Menem eliminó las Juntas, liberando el comercio de granos. Duró pocos años, hasta que el gobierno de CFK cerró las exportaciones. Aún así, no se desarrollaron mercados libres, y cuatro compañías de comercialización manipulan precios y cantidades.
Concentración de población en el área metropolitana:
Evolución de la población desde el gobierno de Sáenz Peña hasta después del Plan Pinedo. Se observa que la estructura poblaciónal del país se conserva cincuenta años después. El incremento de Capital+Gran Buenos Aires es alimentado por el decrecimiento del Litoral, del interior de la llanura pampeana y de las provincias del norte. En menor medida es beneficiada la Patagonia (pasa de 1% al 4% en sesenta años).

En valores absolutos, el conurbano pasó de ser un tercio de la capital a más del doble en 1980:
Los mismos guarismos en valores absolutos. Resultados de los censos 1914 (antes de la aplicación de la ley Sáenz Peña), 1947 (luego de la aplicación del Plan Pinedo), 1980 (cincuenta años después del inicio del Plan Pinedo).

Tal vez el peor perjuicio de todos fueron: a) la burocratización de toda actividad económica [8], b) la manipulación del tipo de cambio por parte del Estado, [9].
La mayor ruina de este esquema anti-constitucional fue la Secretaría de Comercio, poderosísima desde Pinedo hasta hoy. Ahí se decide si una persona puede o no llevar adelante una actividad económica. La empresa, para supervivir, debe  localizarse cerca de la Plaza de Mayo.
El mayor delirio es cubrir de cemento las tierras más fértiles del mundo, para hacer casas. ¿No es más inteligente vivir en tierras malas y usar las buenas para explotarlas?.
A ello hay que sumarle el crecimiento burocrático del estado nacional, que tomó miles de agentes, que en su mayoría se concentraron en la Ciudad de Buenos Aires.
La primera reversión, parcial, débil se produjo durante el gobierno del Dr. Menem. Por dos razones, porque tuvo la voluntad que el interior renaciera, y por un tema tecnológico. Dejó de ser imprescindible que la oficina de la empresa estuviera a tres cuadras de Plaza de Mayo.
Y se ve claramente en las cifras del censo 2001. Renacieron las economías regionales (por ejemplo, el noroeste se recuperó de tener el 10% de la población en 1947 al 12% en el 2001, casi recuperando el valor del 13% de 1914). Tratado aquí.. Pero fue efímero. Duró hasta el retraso del tipo de cambio. Y todo el avance logrado, que se percibe en el censo 2001, fue destruido (al menos todo lo que pudo), por el kirchnerismo, que volvió a concentrar subsidios y prebendas en los habitantes del conurbano y capital federal, cerrar la exportación y manipular el mercado de crédito además de sobrevalorar el tipo de cambio, lo que llevó a la destrucción de las economías regionales. 
El gobierno premió a las personas para que vivieran en GBA y castigó a quienes se negaron a dejar las provincias. Y como si fuera poco, se subsidió a extranjeros a que vivieran en capital y GBA (explicado aquí).
Debe reconocérsele al presidente Kirchner y a su sucesora, que en ese punto fue fiel a su compromiso preelectoral con Duhalde. Política similar aplicó Ibarra como intendente de Buenos Aires, mediante subsidios a la vivienda a extranjeros y migrantes internos (tolerancia y estímulo al crecimiento de villas y casas tomadas), ausencia de persecución al delito, que forma una de las formas de sustento de parte de sus habitantes, energía gratis y servicios educativos/salud gratis. Un cóctel de subsidios, que tal vez, hoy sea único en el mundo. 
La particularidad de este caso, a diferencia de las políticas de inmigración de 100 años atrás, es que es caótica, informal y tácita. 
Ibarra debió decirle a los ciudadanos algo así: “quiero aumentar en 300.000 la población de la capital y para ello voy a permitir la instalación de bolivianos, paraguayos y peruanos en casas vacantes y terrenos fiscales. No los perseguiré bajo ningún concepto, aunque trafiquen droga o prostituyan a sus hijas de 10 años, porque no existe objetivo superior al aumento de población. Le entregaremos vivienda gratis (casas tomadas), energía gratis, y libre acceso a los servicios de salud y educación”. Uno puede estar de acuerdo o no. Pero es un plan.
Este plan hubo que adivinarlo por sus consecuencias.
* * *
(Continuará).
* * *

                            


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Notas:
1. Zwi Migdal, red de proxenetismo con sede en Argentina que abusaba de familias y adolescentes pobres oriundas principalmente de Polonia. También de Rusia, Ucrania, Lituania, Letonia y Estonia. Una versión lavada  de su historia (con la que no coincido) se puede obtener en Wikipedia. Existen versiones menos complacientes. El juez Rodríguez Ocampo, con la colaboración del Comisario Julio Alsogaray, toman la denuncia de la Srta. Liberman (por ello es atacada con vitriolo en su rostro). El juez de grado denuncia a los proxenetas por asociación ilícita, secuestro, reducción a servidumbre, coacción y proxenetismo. Sin embargo son liberados en segunda instancia, con penas menores sólo algunos de ellos. Los directivos de la organización criminal cambiaron sus nombres y terminaron siendo ricos y prominentes miembros de lo más granado de la colectividad. Varios directores de cine exteriorizaron su voluntad de llevar adelante una película sobre Zwi Migdal, pero les resulta difícil obtener financiación (a pesar de todo el dinero repartido por el INCAA en estos años de gobierno kirchnerista). Menos dificultosa ha sido la publicidad de este etapa horrenda de nuestra vida nacional. Menciono dos libros: "Las rutas de Eros" de Yvette Trechon, 2006, Montevideo, Colección Taurus, Ed. Santillana, ISBN 9974-95-091-0 y "La Polaca", de Myrta Shalom, Distintas visiones sobre los mismos hechos: Todo es Historia, una descripción muy detalla y seria provista por autor anónimo, de Eduardo Parise, Rogelio Alaniz, Reportaje a Elsa Drucaroff por Silvina Friera.
2. Halperín Donghi, Tulio, “La Argentina y la tormenta del mundo”, “Ideas e ideologías entre 1930 y 1945”, Siglo Veintiuno Editores Argentina, Buenos Aires, 2004, ISBN 987-1105-31-2, Capítulo 2 “Hacia una imagen alternativa de la experiencia histórica argentina”, pág. 51 y ss. Extensa cita aquí.
3. El gobierno de Bernardino Rivadavia le quitó la administración de los cementarios, una importante fuente de ingresos, lo que el General San Martín repitiera en el Perú (fundó el primer cementerio público lo que es agradecido aún hoy como se puede observar en el Museo Histórico de Lima), Además Rivadavia les quitó a diversas órdenes propiedades y colegios de las cuáles se habían apoderado luego de la expulsión de los Jesuitas. La Iglesia Católica fue cismática del Vaticano desde la Revolución de Mayo hasta 1854, gracias a la gestión de Juan Bautista Alberdi. El Vaticano adujo que era leal a los Reyes Católicos (los reyes de España) y que siendo estas sus propiedades no podía reconocer al gobierno patrio ni a la República. Sólo luego que el Reino de España reconoció a la Confederación Argentina, el Vaticano hizo lo propio. El embajador plenipotenciaro enviado por el Pte. Gral. Justo José de Urquiza fue el Dr. Alberdi. Posteriormente el gobierno constitucional les quito a los curas dos grandes fuentes de ingresos: el registro de nacimientos, casamientos y defunciones, que se efectuaban en las parroquias. Para tramitar cualquier papel y las sucesiones, los ciudadanos debían depender de la Iglesia. El Congreso dictó la conformación de los Registros Civiles. La segunda fuente de ingresos de la Iglesia era la educación, El Congreso, mediante la ley 1420, también se las quitó. En este último caso, la educación no sólo representa un ingreso monetario considerable sino una forma de proselitismo. Por ambas leyes, el Vaticano decidió desconocer a la República y cortó relaciones diplomáticas. La Iglesia Argentina fue nuevamente cismática  hasta la segunda presidencia del Gral. Roca, que reanudó relaciones con el objetivo que estas diferencias no deslucieran los festejos del Centenario. La tercera vez que la Iglesia Católica negara a la República Argentina fue durante el Gobierno del General Perón. Así que las tres veces que la Iglesia rechazó nuestra voluntad popular fue: durante la gesta de la Independencia, y los gobiernos de los Grales. Roca y Perón.
4. Ejemplo, acabó completamente con la producción y exportación de algodón desde Catamarca, por el Pacífico. Era (es) antieconómico sacarlo por el puerto de Buenos Aires, a pesar de que en ese momento funcionaba el FFCC. 
5. La manipulación del tipo de cambio ha sido la muerte de numerosas actividades económicas, en particular de la industria. El estado determina la ganancias de las explotación, al fijar el precio de venta. Como los costos pueden o no depender del tipo de cambio, entonces queda fijado por el Estado el margen. Como, además, el Estado argentino osciló en estos ochenta años en determinar un tipo alto o bajo, nunca hay estabilidad para ninguna actividad, incluso alguna que pueda verse inicialmente favorecida.
6. YPF concentró riqueza en Buenos Aires, donde residían sus oficinas centrales y sus jerarcas. Perjudicó a los dueños de los campos que tuvieran la mala suerte de que se descubriera petróleo en sus propiedades. No tributaba a las provincias, los derechos de uso a los propietarios eran irrisorios. YPF no tomaba operarios del lugar de explotación, enviando empleados de gran Buenos Aires. Menos aún si eran indígenas (muy marcado en Orán y Chaco). La disrupción social ha sido dolorosa, ya que la empresa trasladaba varones sin sus familias, y con los bolsillos repletos, debido a los buenos sueldos de la industria. Las familias del lugar se veían sin acceso al trabajo, y con las mujeres recurriendo a la prostitución. Este aspecto no desmerece el enorme servicio que YPF ha brindado al país en otros aspectos. 
7. Lo bueno es que esa obra subsiste. Lo malo: promovió movimientos inmigratorios desde el interior a la capital. Sólo pequeños ejemplos: el Monumento a la Bandera, el Obelisco, el Banco Nación casa central, el Ministerio de Obras Públicas, hoy acción social y salud. Se gastó dinero en obras en el interior de la provincia de Buenos Aires. Escuelas, municipalidades, comisarías. Algunos ejemplos son de hermosa arquitectura racionalista. Una explicación detallada y de gran rigor se obtiene en el libro de Federico Liernur "Arquitectura en la Argentina del SXX".
8. Hay que pedir permiso para abrir un negocio, para mantenerlo, para mover mercadería, para vender, para comprar. El comercio exterior fue siempre y hoy también, una utopía y sólo aquellos que están conectados con el gobierno, verdaderamente lo logran.
9. Que como ya se explicó tiene como consecuencia inmediata, la manipulación de la rentabilidad de las actividades económicas. En resumen: el estado decide si una actividad es rentable o no. Y se puede llevar a cabo (o fundirse) si el Estado así lo desea.

jueves, 19 de noviembre de 2015

MÁS DE LO MISMO – EL DÓLAR FIJO ES UN IMPUESTO A LOS PRODUCTORES AGROPECUARIOS QUE NO PASÓ POR EL CONGRESO
Trataré de decir en pocas palabras lo que se ha dicho infinidad de veces en la Argentina. Pero como parece que siempre los mismos terminan haciendo las mismas cosas, habrá que repetirlas.
Todo lo que se podía decir sobre el control de cambios, lo dijo el Dr. Jorge Ávila en “El Control de Cambios en la Argentina” (FIEL, Manantial, 1989).
Pero allá vamos.
El dólar es una divisa, como lo son los euros, los yenes o los soles. Y las divisas son cosas que se compran, como los ladrillos, o los libros o los autos.
Existe para un gobierno tres formas de tratar el mercado de cambios:
1.     No hacer nada. Dejar que los que tienen divisas se las vendan a los que las quieren en las cantidades y precios que se les antoje y que la contraparte quiera pagarles.
2.     Definir el precio. Es lo mismo que definir el precio del minuto de comunicación telefónica local, o el precio de un FOCUS o el precio de la lamparita de 30 w. Luego vemos qué significa esto. Puede ser un precio que se mantenga fijo por años, o la autoridad monetaria definir un (1) precio distinto por día.
3.     Intervenir pero poquito. Dejar que fluctúe entre precios preestipulados (públicos o no). Y ese rango puede ser fijo o moverse en el tiempo.
4.     No hay más.
Cualquiera de las tres conductas tiene enormes implicancias para la economía. Determina si una persona o empresa gana o pierde dinero, si se hace multimillonaria o quiebra. Se le pasa riqueza de unos a otros.
Además, como todo gobierno puede determinar el precio, pero no la cantidad, si el precio está alejado de lo que las personas quieren hacer, empiezan a no vender o a no comprar.
El control del mercado de cambios ha sido la norma de todos los gobiernos en las últimas décadas.  No sólo durante el peronismo, 1946/1955, sino durante la dictadura 1955/1973, donde los distintos gobiernos fueron por demás imaginativos en su afán de perjudicar a su pueblo, al que le deben servir, llegando incluso, durante el gobierno de Illía, a confiscar los dólares de los particulares en las cajas fuertes. Y así fue desde 1973 a hoy, con muy breves interregnos de dólar de flotación libre.
Todas estas intervenciones siempre fueron acompañadas, aplaudidas y fomentadas por el FMI. Porque al FMI no le importa la libertad ni la propiedad de las personas, sino la felicidad de los burócratas.
Seguro que la actual política no tiene mayores objeciones del FMI.
Todo fue siempre un desastre.
¿Por qué fue y es un desastre?
¿Por qué está mal éticamente?
¿Por qué es violatorio de la Constitución Nacional?
Si el Estado interviene en el mercado de cambios para algo distinto de comprar las divisas que necesita para sus usos particulares (compra de insumos, pago de servicio de deuda externa, ahorro), necesariamente está actuando para favorecer a un grupo a costa de otro. Favorecer a unas personas o empresas y transferir esa riqueza a otras.
Si la divisa está más alta que lo debido, favorece a los exportadores. Eso sucedió a fines del SXIX, cuando luego del boom de exportaciones, el precio de la divisa se desplomó (pocos estaban interesados en cambiar el dinero) y el gobierno, para proteger el beneficio de los productores agropecuarios (y que no se desplome al exportación), inventó la convertibilidad. Para que la divisa NO baje.
Luego se inventó la mejor forma de sostener el tipo de cambio, esto es, utilizar las divisas para financiar el más fenomenal programa de inversión que nunca tuvo el país: red ferrroviaria, escuelas palacio, hospitales, edificios públicos, e inversión tranqueras adentro (corrales, pozos, compra de padrillos, aumento de planteles, maquinaria agrícola), crecimiento urbano, inversión en industria y comercio, puertos, y, la más redituable, la creación de una flota propia para mover nuestras propias exportaciones.
A fines de 1946 la Argentina tenía la tercera flota mercante del mundo. Ese fue un proceso que comenzó con el siglo. Hoy no tenemos flota mercante.
Con esas inversiones, hubo una sostenida demanda de divisas y el Estado dejó de ser el único comprador de las divisas que los exportadores deseaban vender.
A partir de 1930, los mercados de cambio se vuelven locos en todo el mundo. De a poco los países abandonan el patrón oro y existen diversas estrategias (fallidas) para no importar una crisis que barrió a todos.
Luego de la segunda guerra mundial, las potencias inventan el FMI y tienen diversas estrategias para el mercado de divisas.
Vamos a lo nuestro.
Quienes venden divisas son: los exportadores, los inversores extranjeros que quieren traer plata para hacer algo acá, los que se endeudan con el exterior (privados o estado), los que tiene ahorro en el exterior y quieren traerlo por alguna razón.
Quienes compran son: el estado, para servir la deuda externa, los importadores, los que quieren girar dividendos al exterior, los que quieren ahorrar en dólares. En este último caso si son particulares, puede ser para atesorar acá o llevárselo al exterior, si es el estado son reservas del BCRA o activos del estado en divisa.
Si todos compran o venden a su antojo, habrá un precio de la divisa que se determinará por las voluntades de las partes. Puede bajar temporariamente un poco cuando se venda el producido de la cosecha o subirá si hay algún vencimiento de deuda externa y no se compró con antelación. Excepto estos eventos excepcionales, las variaciones se darán si: el gobierno emite pesos, entonces hay presión de los que quieren huir del peso y comprar divisa, o si hay un volumen excepcional de gente que quiere traer divisas del exterior para invertir acá (en obras, en compra de bienes o simplemente para especular en pesos).
Todo hasta acá es blableta.
Vamos a lo importante.
Si el gobierno decide fijar un tipo de cambio más alto que el que voluntariamente decidirían los actores, el grupo que gobierna toma una acción para favorecer a aquellos favorecidos. Tal vez no sean todos los favorecidos los aliados de los gobiernos. Tal vez sea uno solo de ellos y los otros van gratis. Pero se usa el poder coercitivo del estado para favorecer un grupo. Ejemplo: si soy socio de extranjeros que se quieren quedar con empresas argentinas o que quieren hacer inversiones en la Argentina, pongo un tipo de cambio alto. La presidente de Brasil le pidió a Fernández que VALE tuviera un tipo de cambio alto para que sus inversiones le salgan más baratas.
Si el gobierno pone un tipo de cambio bajo, favorece a los importadores y a los que quieren comprar dólares para sacarlos del país (como dividendos o como ahorro propio) o para que le salga más barato servir la deuda externa.
¿Por qué?
Porque le está pagando a los exportadores menos dinero que el que les pagaría si estos vendieran libremente. Es un impuesto que no pasó por el Congreso.
Entonces, por ejemplo el pago de la deuda, lo pagaría en parte el presupuesto nacional pero en otra parte los exportadores, quienes cobran menos por su producto, y parte de eso es aprovechado por el Estado.
Como esto es un abuso, - me quedo con parte de la riqueza de una persona sin que exista una ley que lo avale -, es anticonstitucional. Y nadie dice nada.
Para que esto prospere, deben ser varios los que se beneficien y soporten estos abusos.
Como es natural que el esquilmado no lo quiera ser, empieza a seguir estrategias para minimizar pagar este impuesto ilegal: contrabandea, cambia la producción (ej. Carne para el mercado interno y no cereal para exportar), produce menos, ahorra en especie.

Y el Estado aumenta las medidas coercitivas: obliga a los exportadores a la liquidación de divisas hasta llegar a tomar cualquier medida para quedarse con los dólares ajenos. Ejemplos: la confiscación de dólares de Illia o la rotura de silobolsas ahora.
Como el tipo de cambio FIJO significa ni más ni menos un Estado (no es algo etéreo, detrás hay burócratas, lobbistas y funcionarios honestos o corruptos) decide favorecer a unos ciudadanos y empresas perjudicando a otros, sin en el amparo de la ley, es una práctica que considero contraria a la libertad de las personas, al derecho de usufructuar su riqueza, un timo y una violación a nuestra Constitución Nacional.

sábado, 27 de junio de 2015

El futuro del liberalismo en la República Argentina - Apuntes

HOY – LIBERALISMO – APORTE A LA SOCIEDAD

La ideología liberal es hoy una minoría en la República Argentina. Por distintas razones, a sabiendas o no, la mayoría de la población adhiere a propuestas estatistas o totalitarias, por diversas razones. En la mayoría de los casos por interés. En otros por ignorancia.
La República Argentina fue líder, hace doscientos años, de las propuestas liberales mundiales. Una antorcha que se inició en Escocia, se extendió a Inglaterra, Francia, EEUU, España (fallida) y recaló en la América Hispánica.
Moldeó la Argentina del primer siglo, y fue una de las razones de su prosperidad.
El registro de haber sido la ideología vencedora se encuentra en los símbolos patrios:
El Himno Nacional: “…Libertad, Libertad, Libertad…”.
El Lema Nacional: “En Unión y Libertad”.
El Preámbulo de nuestra Constitución Nacional: “… y asegurar los beneficios de la libertad…”.
Hoy son vagas sombras sin significado. En los espectáculos deportivos el himno no se canta. Tanto en los partidos de fútbol, como en los internacionales de rugby o el mundial de hockey sobre césped que se jugó en Rosario. Las asociaciones deportivas envían a las organizaciones internacionales una versión que omite el texto, ante la anuencia de la Secretaría de Deportes (Poder Ejecutivo).
Las razones del retroceso de la ideología liberal en el mundo occidental y en nuestro país han sido estudiadas.
Me referiré a lo que creo que habría que hacer en caso de querer su difusión a futuro en la República Argentina. Y pretender que sea la fuerza de despegue de nuestra economía lo que nos permitirá volver a ser líderes ideológicos de la región en lugar de furgón de cola de fracasados.
Actualmente el liberalismo se mantiene vivo en pequeños grupos compuestos por sectores de algún pasar económico que aspiran vivir en una sociedad con menor injerencia del Estado.
La ideología no es predominante ni siquiera en su propio grupo social, ya que la mayoría de su medio vive de buenos puestos del Estado o de ser proveedores del Estado o de algún tipo de prebenda. Son personas con poco contacto y menor influencia en los sectores populares, por los cuales sienten desconfianza y profundo desconocimiento.


¿Por qué los sectores populares de la República no son liberales?
Parte, por cobijo estatal, parte por la habilitad publicitaria de los sectores prebendarios/autoritarios/paraestatales, y parte por la ausencia de penetración del discurso liberal.
El mismo está recluido en pequeños grupos, y asociado, erróneamente, a los intereses de grupos económicos o de países extranjeros.
El momento de auge del liberalismo en la Argentina, fue durante la lucha por la Independencia.
El movimiento fue extremadamente popular porque todos los involucrados percibieron que la libertad era para su propio beneficio. Al final del Virreinato, excepto por los burócratas gubernamentales y aquellos comerciantes relacionados con las grandes casas con derechos monopólicos (Cádiz), el resto de la población, entendió rápidamente que la libertad los beneficiaría.
Por eso contó con un gran apoyo popular. En los ricos, por la libertad de comercio con Gran Bretaña y la posibilidad de vender cueros. Pero para el resto también: poder abrir un comercio sin permiso, acabar con las castas (esclavos, pardos, hijos bastardos). Una sociedad tabicada que necesitaba permiso virreinal para efectuar cualquier tarea, ya sea vender carretas o yerba mate(monopolio jesuita), o llevar una tropilla de Santa Fe a Córdoba, fabricar jabón o tejer seda. Todo se podía hacer sí y sólo sí, algún burócrata lo autorizaba. Si no se era blanco hijo de un matrimonio en debida regla, no se podía acceder a la propiedad de la tierra.
Decenas de miles de personas entendieron al instante que la libertad les beneficiaría. Poder vender grapa al Alto Perú, o el producto de la huerta propia, y miles, miles, dejaron la esclavitud y la servidumbre; o comprar un palmo de tierra o un comercio o una casa.
Como simple ejemplo, la historia del poeta Hilario Ascasubi, hijo de pardo liberto y nieto de esclavos. ¿Cómo no iba a amar la libertad Don Ascasubi? ¿Cómo no iba a reverenciarla y defenderla? ¿Qué otra sociedad que la libre le iba a dar las oportunidades que tuvo? Y no le importó aguantar 20 años de exilio. A Ascasubi, nieto de esclavos, hombre valiente, no había que explicarle cuáles son los beneficios de la libertad.
Por eso, cuando el Preámbulo habla de “… y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino…”, todos los involucrados tenían muy en claro de qué se hablaba.
Hoy, cuando un profesional de clase media, blanquito, habla de liberalismo y libertad, excepto su círculo íntimo, el resto de la población entiende que quiere tener libertad para comprar y vender divisas o para importar chiches electrónicos. Esa apelación al imaginario popular fue muy bien interpretado por el ex Jefe de Gabinete Abal Medina, cuando dijo que la marcha del 8N fue para poder comprar dólares.
Todo operario, o empleada pública municipal o personal de maestranza entiende que se trata de privilegios de ricos (aunque los demandantes no lo sean) y no de algo que les favorece directamente a cada uno de ellos.
El desafío del liberalismo argentino hoy es poder explicar quién se beneficiaría con la libertad y describirle con claridad, representar con lujo de detalles el beneficio concreto. Así como Pueyrredón, Belgrano, Güemes y San Martín describieron los beneficios: libertad a los esclavos, abolición del sistema de castas, libertad para poner su propia pulpería, comerciar por todo el país, poseer su propia tropilla, etc., el mismo esfuerzo hay que hacer hoy.
Hay que hacer ver, en un gigantesco esfuerzo publicitario, a cada persona cuál sería el beneficio para él. Al dentista que trabaja en consultorios ajenos, por dos pesos, a los médicos que trabajan para las prepagas, a los comerciantes minoristas, al verdulero, al panadero, al chofer de colectivo, al taxista, al camionero, al operario, al docente, al agricultor, al chapista.
En un país donde no hay más colectiveros y sí choferes de colectivos, empleados de empresas que reciben subsidios estatales; no hay más taxistas, sino choferes de mandatarias propiedad de dirigentes sindicales; almaceneros, sino empleados tercerizados de supermercados, no debería ser difícil explicar que se necesita un país con propietarios.
Explicar porqué una nación estatizada y centralizada destruye las economías regionales y que éstas prosperaron con el liberalismo y lo volverán a hacer únicamente cuando éste se imponga.
Hace décadas que la población está abrumada por la propaganda burócrata/prebandaria, que incluye a la totalidad de los medios de comunicación y a la totalidad de las facultades nacionales. La mayoría de los docentes difunden las bonanzas del estado benefactor.
Hay que hacer un gigantesco esfuerzo para explicar a cada persona, en especial al más humilde en qué lo beneficia a él.
¿En qué beneficia el liberalismo a un albañil de González Catán? ¿A una enfermera que trabaja en el Hospital Posadas? ¿A un propietario de un 1114 que hace el trayecto Gregoria Pérez de Denis-Puerto de Rosario? ¿A un peón rural de Godoy Cruz? ¿A una filetera de Mar del Plata? ¿A un gendarme destinado a Misiones? ¿A un cajero del Banco Santander Sucursal Villa María? ¿A un productor agropecuario de Reconquista? ¿A un obrero petrolero de Cerro Dragón? ¿A un verdulero de Valentín Alsina?
El día que podamos explicar eso, podremos empezar a enfrentar el monopolio de defensa del sistema prebendarlo-burócrata. En ello se igualan tanto los medios estatales como los de la supuesta oposición. Porque no es de ahora, sino de hace décadas. Y ha inoculado todo el tejido de la sociedad argentina.
Al extremo que ya no veneramos a nuestros próceres que lucharon por nuestra libertad, ni cantamos el Himno, ni leemos la moneda de un (1) peso.
Los enemigos de la libertad son dos: el Estado y sus burócratas, y las grandes empresas, que necesitan las prebendas estatales para garantizar su tamaño. Uno y otras nos dicen cómo debemos vivir, qué comer, cómo vestirnos, cómo transportarnos y hasta cómo amar y criar a nuestros hijos.

La difusión de los beneficios de las libertades civiles y de comercio es el desafío próximo para poder dejar un legado a las nuevas generaciones.