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sábado, 30 de abril de 2016

Lavado

Lavado
Jean Baptiste Greuze - La Lavandera
Lavado de dinero, sobornos y peculado
Actualmente se está ventilando en los medios acusaciones de lavado de dinero vinculadas con la familia Báez y diferentes socios.
Lázaro Báez muestra su propiedad.
En mi humilde opinión se están confundiendo diversos conceptos que trataré de diferenciar. En particular la nota de hoy en La Nación de Morales Solá incurre en errores técnicos que sólo confunden al lector.
Ahí va.
Lavado de activos provenientes de la actividad criminal
“Lavar dinero” es volver dinero de origen criminal en dinero aceptable. Para ello son útiles todas las actividades que efectúan abundantes ventas en efectivo: quioscos de golosinas, casas de comidas rápidas, casinos y ¿por qué no?, farmacias. Todo comercio minorista con un alta proporción de venta en efectivo es útil para tal fin.
Cadena de quioscos.
Pero el Sr. Báez no necesitaba lavar dinero. Por el contrario, sus ingresos eran en blanco. Más blanco imposible, ya que cobraba dinero del Estado. Si tuviera que justificar sus ingresos, estaba tan impecable como una enfermera de la Sardá. Todos sus ingresos con recibo, su pagador es el estado, puede explicar el total de su facturación. Entonces ¿qué tenía que lavar?
Sucio, bien sucio
Harry el Sucio.
El problema del Sr. Báez, por el contrario, era cómo pagar los sobornos. Los sobornos pueden pagarse en blanco o en negro. Por lo que depende del capricho de quien le concede la obra pública, que le exige parte en negro y parte en blanco. Iremos sobre cada una de ellas.
Pero sí quiero recalcar que el problema de Báez era negrear y no lavar. Y el dinero que contara en su financiera, era previo al pago del soborno. Tuvo que conseguirlo de alguna manera, acumularlo, contarlo y prepararlo para entregarlo a su final destinatario.
Por último, Báez, no lavaba dinero ¿Qué tendría para lavar cuando sus ingresos era 100% en blanco?

Soborno
Los sobornos se pueden pagar en blanco o en negro.
Sobornos en blanco
Puede haber toda forma de pagar sobornos en blanco. Voy a nombrar casos que saltaron a lo largo de los años. Uno de ellos es el préstamo de dinero a tasa cero. Préstamos que finalmente pueden ser o no devueltos. Dos casos de esa naturaleza que se comprobaron son: un préstamo que recibió Richard Nixon, ex presidente de EEUU, de un multimillonario, y el otro el que recibió Christian Wulff, presidente de Alemania. Al hacerse público, dimitió.
Cencosud y su conglomerado de marcas.
Cuando les compre, sepa que está constribuyendo a la cometa a NF.

Se puede también vender bienes del político sobornado a precios por encima de mercado, generando sí, una ganancia extraordinaria, que es, justamente, el soborno. Un caso es la venta de un baldío infesto por parte de Néstor Kirchner[1] en U$S 6.000.000 (seis millones de dólares) al grupo Cencosud para que autorizara la fusión de Disco con Jumbo, cuando la misma estaba estrictamente prohibida por la Ley de Protección de la Competencia. Para no aburrir con ejemplos, agrego únicamente el caso, informado por Nicolás Wizñaki, del terreno propiedad de Báez vendido a Carlos Wagner, en ese momento, vicepresidente de la cámara de la construcción, por varios millones de dólares por encima de su valor. Fue comprado originalmente por una empresa adjudicada a Báez en U$S 3.000.0000 (tres millones de dólares) y vendido poco después a Carlos Wagner en U$S 16.500.000 (dieciséis millones de dólares). Acá existe el problema de Báez como testaferro/socio de la familia Kirchner y no como contratista sobornador, pero eso lo trataremos más tarde.
No olvidemos los edificios que construyó en Puerto Madero el banquero Brito, del cual, varias unidades, terminaron en poder de la familia Kirchner. Eso es un pago de soborno en especie. Si los Kirchner no pudieran probar de dónde sacaron el dinero para pagar sus propiedades quedaría claro el soborno. Pero nadie habla de Brito ahora. Vender a un político propiedades por debajo del precio de mercado es otra de las formas de soborno.
Otra manera de pago de sobornos es a través de empresas subcontratistas. El funcionario A adjudica una obra a la Constructora B. Informalmente le exige que compre la arena, o le alquile la maquinaria o cualquier otro insumo a la empresa C, propiedad del concuñado del funcionario A. Y la empresa C factura  con sobreprecio a B que a su vez licita con sobreprecio al Estado. Esta es una de las formas habituales de la obra pública en el Sur de Italia o en cualquier municipio de varias provincias argentinas.

También se puede hacer a través de la publicidad o de los trabajos de consultoría. La ventaja en ambos casos es la intangibilidad de la prestación (no son metros cúbicos de arena), lo que lo hace casi imposible de controlar y además no existe un mercado de precios transparente. Entonces, el Sr. T posee un grupo de medios. La empresa constructora publicita en los medios de T, al sólo efecto de transferirle dinero, a T, que, casualmente, es propiedad de un socio o familiar del funcionario corrupto. El soborno puede ser que le retornen dinero directamente al funcionario o le paguen gastos: puede ser que le paguen el alquiler de su departamento (caso Jaime) o que le paguen parte de la campaña electoral (publicito con el periodista S, para que hable bien del funcionario A). O bien la empresa sobornante contrata a la consultora R, que hace campaña subliminal para el político A.
Más tosco aún, son los alquileres de propiedades o medios de locomoción a los contratistas del Estado, como fueron los alquileres de los Kirchner a López o Báez.  Propiedades, flota de aviones, de camiones, de micros de larga distancia. Toscos de toda tosquedad.
Edificio de Cristina Fernández alquilado por Cristóbal López.

Sobornos en Negro
Esto es fácil. Es el viejo sobre o bolso o camión con acoplado. Se le entregan billetes al funcionario. Aquí nace un gigantesco problema ¿cómo consigue el sobornante los billetes? Lo que tiene que hacer es contactar a alguien que quiera blanquear. Alguien que, por el contrario, necesite blanquear dinero. Entonces esa persona crea una empresa que le entrega facturas apócrifas al necesitado sobornante. Los narcotraficantes, por ejemplo, son los maridos perfectos de los sobornantes. Unos necesitan blanco, otros negros, alcoyana-alcoyana.
Mecanismo de negreo
El contratista del estado recibe facturas de una empresa que alquila equipos (excavadoras, por ejemplo) y lo paga generosamente. Por ejemplo:  $ 500.000.-+IVA. El narcotraficante ahora tiene una empresa legítima que facturó medio palo en limpio. El sobornante paga al traficante en transferencia bancaria por $ 605.000.- El narcotraficante se queda con el IVA que debe pagar al Estado ($ 105.000), con ganancias $ 175.000.- y con impuesto al cheque 0,6% x 605.000 = $ 3.630.- y le entrega el resto en efectivo a la empresa contratista del estado: $ 321.370.- Un poco más del cincuenta por ciento. El sobornante tiene dos beneficios: descuenta ganancias por 35% X $ 500.000 = $ 175.000 y recibe $ 321.370 en efectivo, que era el punto original. Existe un curro adicional con el IVA pero no quise embarullar más la explicación y los porcentajes de entrega de efectivo pueden variar según la necesidad y ocasión. Pero el esquema es este.
Suris con señorita.
RESUMEN: Suris no ayudaba a blanquear a Báez sino a negrear dinero. Dinero que Báez debía entregar en efectivo a alguien, presumimos que a su socia/patrona Cristina Fernández.
Todos los contratistas del Estado que pagan coimas en efectivo, o ponen empresas ellos mismos para negrear (casinos, cadenas de quioscos o farmacias) o tienen que comprar facturas o deben llegar a algún tipo de acuerdo con los que sí lo poseen.

Otros que poseen negro en abundancia son los casinos. Ahí es fácil. Declaran sólo una parte de la recaudación (la que blanquean) y disponen de negro para pagarle a funcionarios varios o periodistas o quien sea. Es por tal razón que la estructura narcotráfico-juego-funcionarios-contratistas del estado es tan estrecha. Por otro lado, si hubiera voluntad de perseguirla (que no la hay) es extremadamente sencillo de detectar.
El socio
El tema de Báez es que no es un contratista más contando un soborno, como podrían ser los Cirigliano o Wagner o Cencosud. Es un empleado y socio minoritario. Que su patrón, por alguna razón, le pidió que parte del producido sea en efectivo. Por eso entra en toda suerte de contorsiones para obtenerlo, incluso comprándole facturas apócrifas[2] a un narcotraficante como Suris.
Lázaro Báez y Néstor Kirchner.
Lo más lógico hubiera sido que los Kirchner se abrieran empresas en paraísos fiscales. Báez hubiera sacado del país parte de sus dividendos y luego de varios pases por empresas fantasmas, le hubiera girado dinero de la empresa de Báez en Luxemburgo a la empresa de Cristina Fernández en Irlanda (aquí, aquí y aquí). Pero por alguna razón, CF exigía parte del dinero en efectivo. Y luego, para hacerlo más complicado aún, le pidió que se sacara del país para depositarlo en Uruguay, cuando era infinitamente más fácil inventar empresas acá y luego girar dividendos a Uruguay. Pero en fin, son toscos.
El misterio de Báez
Sí hay un tema sobre el que no tengo respuesta, y es que Báez, al contrario de todo lo que dije anteriormente, sí tenía un ingreso GRANDE en efectivo y esto es, la venta en negro de petróleo. Las empresas petroleras de Báez vendía petróleo en negro. Como ISIS pero sin turbantes ni cimitarras. Sólo puede habérselo vendido a: destilerías (que son todas de grandes empresas internacionales y re-limpitas) o a granel para simular importaciones (ojo con esto).
Santiago Cúneo explica el curro del petróleo.
El Sr. Cúneo expone muy claramente este tema aquí:

Lo que queda claro es que el balance energético no da. Así que hubo exportaciones de contrabando de petróleo (para no pagar retenciones) y las importaciones de petróleo que pagó con sobreprecio De Vido pudieron ser simuladas, esto es, hacer pasar como importación petróleo nuestro (por ejemplo de Báez) y girar dinero al exterior con sobreprecio. Las opciones que da la imaginación son infinitas, sólo hay que verificarlas.
Socios, no soborno
Ex Gobernador de Tucumán Alperovich.
Hay otra forma de peculado, desvió de fondos, etcétera, etcétera. Esto es contratar desde el Estado empresas propias, por ejemplo, el gobernador de Tucumán Alperovich hacía comprar a la provincia vehículos a las concesionarias de su propiedad. Estos son negocios incompatibles. Traducido: una guarangada. Tendría que estar preso aún si no hubiera cargado sobreprecio. Otra es hacer que la madre, la hermana o el cuñado se invente una empresa: por ejemplo, el juez federal de Quilmes (sí, de Quilmes) Luis Armella, que por un tiempo fue interventor en la limpieza del Riachuelo, contrató empresas supuestamente en poder de familiares (si es que directamente no eran sus testaferros).
Juez Federal de Quilmes Luis Armella.
Corolario
Los políticos argentinos son brutos y torpes. Es sumamente fácil mandarlos presos si hubiera voluntad, porque dejan los dedos con dulce de leche en todas las ventanas.
Nuestro próximo paso será conseguir jueces que quieran trabajar de jueces y fiscales que quieran trabajar de fiscales y no sólo quedarse con una tajada de lo robado. Porque fácil, es. Sólo que no quieren.
* * *

                                           



[1] No sabemos si firmó la Sra. Cristina Fernández o no porque ignoramos si están legalmente casados.
[2] Para los abogados y legalistas e interesados varios, recomiendo leer la Resolución del Ministerio Público 149 del año 2009, donde baten la justa. Resolución MPF N° 149/2009.

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