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martes, 28 de febrero de 2017

Educación

Educación
Inicio de clases en Puerto Madryn, Chubut, Argentina.
No sé nada sobre docencia excepto en mi carácter de alumna.
Dicho esto, presento mi deseo de educación en nuestro país para la segunda mitad del SXXI.

Nostalgias [1]
Yo no quiero rebajarme,
ni pedirle, ni llorarle,
ni decirle que no puedo más vivir...
La educación argentina fue, tal vez, el proyecto más exitoso de nuestra clase gobernante del SXIX. Comenzó con Avellaneda como ministro de Justicia y Educación de Sarmiento y continuó hasta que Alfonsín se casó con la social democracia.
115 años ininterrumpidos.
Nicolás Avellaneda.

Tuvo enormes costos financieros y políticos, pero nada desvió al país de su rumbo. Hasta que perdimos la guerra de Malvinas.
Esa fue la cuña que los progres necesitaron para poner una bomba de explosión retardada en toda la estructura la cual en 30 años hizo añicos más de un siglo de inversión.
Los destructores tienen nombre y apellido; fueron financiados profusamente desde el exterior. Todos los agentes, muchos de ellos de FLACSO, fueron premiados con sueldos de U$S 5.000 mensuales por parte de organismos multilaterales. Con la anuencia de estos organismos obtuvieron cargos públicos desde los cuales operaron la destrucción planificada y sistemática.
Considero a Adriana Puigross (junto con otros) traidora a la Patria, en tanto y en cuanto la educación es parte constitutiva de nuestra Nación.
Pero no vale la pena ahora ocuparse de esta canalla.


Inversión
La inversión [2] por parte del Estado Argentino, de las familias y comunidades en educación ha sido prodigiosa.
Desde las escuelas palacio. a la contratación de maestras norteamericanas. La pelea con la Iglesia por la ley 1420 que duró veinte años. Nada importó.
Hace unos meses escuchaba a la candidata Hilaria Clinton hablar de sus logros. Uno de ellos, según ella, fue introducir la educación pre-escolar en Arkansas cuando su esposo fue gobernador, en la década del ‘70. Contrató para que los asesoren a expertas de Canadá o Israel (no recuerdo).

Pensé, mientras la escuchaba, que nuestra primera escuela para formar maestras jardineras es de finales del SXIX en Paraná, Entre Ríos (cien años antes que los Clinton llevaran la novedad a Arkansas).

Rosario Vera Peñaloza

La Rioja contó con una educación integrada pre-escolar, primaria y secundaria a partir de 1898. En 1898 Rosario Vera Peñaloza funda el primer jardín maternal de la Argentina. En La Rioja.
El Colegio Normal de La Rioja fue fundado en 1884. Actualmente lo destruyeron para darle el lugar a tenderos. Traidores a la Patria.

Estos 115 años de inversión tuvieron un éxito absoluto. Se terminó con el analfabetismo, se educó al ciudadano y le dio una sólida formación en lengua, matemática, comercio, oficios, ciencias.
Fue la base fundamental para una comunidad que participó activamente en los hechos civiles y generó una gigantesca productividad: artesanos, obreros calificados, científicos, profesionales, innovadores.
La educación fue la madre de nuestra prosperidad.
La claridad política hizo que fuera un programa respetado por todas las corrientes políticas: los conservadores, los radicales, los conservadores en la década del treinta, los peronistas.
En particular, toda la inversión edilicia de calidad y la contratación de docentes. Un ejemplo fue el Gobernador Fresco, prov. de Buenos Aires.
Perón hizo una monumental inversión: edificó escuelas en donde todavía no las había, facilitó el acceso a los libros de texto y dotó de buenos salarios a los docentes.
Perón es, a mi ojos (sé que los antiperonistas no están de acuerdo) el último exponente, tardío, mutado, de la generación del ochenta. Entendía que el Estado debía ocupar el territorio [3], con la vieja fórmula: intendencia, comisaría, escuela, sucursal del Banco Nación frente a la plaza principal.
Escuela Palacio.
Primaria Julio Argentino Roca, Tribunales, Capital Federal.

La educación argentina tuvo varios objetivos y consecuencias. El lema de la élite era “educar al soberano”, lo que logró.
Tuvo otros: homogeneizar a la población, en particular con una proporción grande de inmigrantes, donde el castellano se volvió la lengua franca, generar una fabulosa plataforma de lanzamiento para que las personas pudieran alcanzar la prosperidad, generar la base para eventualmente formar profesionales universitarios.
Este sistema de educación fue prolífico. No se limitó a los nacionales o normales o comerciales. Sumó industriales, escuelas de marina mercante (universitaria), escuelas de enfermeras, de oficios.
Las FFAA tuvieron sus propias escuelas de oficios, para formar a los electricistas, mecánicos, soldadores que requiriera, pero con un gran surplus que dotó a la sociedad civil de idóneos.
Un ejemplo cabal de esto es la escuela de aeronavegación de Córdoba. La destrucción parcial después de Malvinas dotó de profesionales nuestros a EMBRAER (Brasil).
Córdoba: ingenieros de la UNC desarrollan el primer dron solar argentino

Otro de los objetivos, logrado, es la instalación de una ideología de pertenencia, patriótica. La fórmula fue calcada de los franceses quienes la instalaron en el SXIX. Hay gente, a la que respeto, como José Ignacio García Hamilton [4], que criticó duramente la formación de una nacionalidad. Pero un país como el nuestro, desprendido de un virreinato, que incorporó la mitad de su territorio a fines de SXIX y que recibió millones de inmigrantes, debía crear una argamasa que nos uniera a todos y lo logró.
La escuela sirvió para formar, en el más amplio sentido de la palabra. Pararse para saludar al profesor, decir por favor y gracias, no golpear a los compañeros en el recreo, generar la disciplina y el rigor del estudio. Todo se hizo bien. Y lo que se hubiera hecho mal, ahora que tenemos a la vista los resultados de treinta años de “desconstrucción”, nos parecen detalles.



Los progres entran a escena
El movimiento de los progres para destruir la educación de las naciones de occidente nos abarcó a todos. El neogramscismo. Yo sólo me di cuenta en el 2016. Shame on me.
Uso las palabras de James Delingpole que tanto me conmovieron.
“...generaciones de niños a las que se les negaron una rigurosa, disciplinada, útil educación;...”.
“...generations of kids denied a rigorous, disciplined, useful education;...”.
Realmente recomiendo que lean su MANIFIESTO. En castellano o en inglés.
Esto es serio, damas y caballeros. De nuestra habilidad para pelearla depende el futuro de nuestros hijos y nietos. Para nosotros ya fue.
El objetivo de los progres fue ingresar a todas las instituciones burguesas y hacerlas colapsar desde adentro: la justicia, la ley, la salud, la educación, la policía, las fronteras, la familia.
En particular destruir las naciones. El marxismo o el neomarxismo gramsciano no cree en las naciones. Cree que no deben existir. Y en cuarenta años de llevar el plan adelante, desde el Mayo Francés a hoy, sus logros destructivos no son menores.

Les dejo un artículo que me recomendara @leonxxxiii.
Acá comenzó con Alfonsín.
Este proyecto progre fue ampliamente apoyado por la Iglesia Argentina, con un triple objetivo:
1) crematístico, que se logró en dos pasos [5],
2) poder inculcar la religión, lo que fuera prohibido por Julio Argentino Roca,
3) la destrucción de la nación laica, objetivo que comparten con los progres y que hoy es más claro que nunca en la figura de Bergoglio.

Este proyecto fue llevado por los progres en varias etapas: el cambio de los programas en la facultad, la expulsión de profesores no adictos a la ideología hoy dominante, la desfinanciación de la educación, que llevó a los padres más pudientes, y por lo tanto aquellos con voz más audible, a fuera del sistema. Aislaron así a los pobres e indigentes como esclavos de estos ideólogos.
La destrucción del concepto de rigor en el estudio, la falta de exámenes para ingresar a los profesorados, el cambio de manuales, la eliminación de las materias de ciencias, la destrucción de la educación matemática y de lengua, la eliminación de las calificaciones [6], lo que expondría la destrucción efectuada, y finalmente la ley de educación federal, que anarquizó el sistema.
Fue el broche de oro.
Hoy es un sistema anárquico, a merced de los sindicalistas, con políticos que se desentienden del tema.

Prenden fuego a pelo a docente.

Todos sabemos cómo es la educación actual.
Me gustaría tener la habilidad para explicar cuán programado, premeditado y destructivo fue el plan contra el plexo solar de nuestra República: diseñado por extranjeros y ejecutado al dedillo por Adriana Puigross, FLACSO y socios. Ni olvido ni perdón.
Paradójicamente las naciones asiáticas recuperaron el tiempo perdido e implementaron el plan de educación que nosotros supimos tener hace cien años (Brasil parcialmente también lo hizo): fuerte educación en matemática y ciencias, exámenes, deberes, manuales de estudio, exigencia, disciplina.



Mientras nuestros egresados de secundario planean cuánto y cómo drogarse en Bariloche, los brasileños dan el examen que les permitirá (o no) ingresar a la facultad.
Actualmente, los progres anularon de hecho la obligatoriedad de estudio al eliminar toda exigencia. Cínicos.
Hablemos de terreno perdido.


El Futuro
Para poder implementar un programa de recuperación de la educación es imprescindible tener el poder. Tener el gobierno.
Acá van las ideas:
En forma inmediata: retrotraer todas las leyes, decretos, normativas, reglamentos al 31 de diciembre de 1975. ¿Por qué esa fecha? Porque fue el último año calendario completo de un gobierno de estado de derecho antes del ingreso de los progres a la educación de la mano de Alfonsín.
Ya había errores (el estatuto docente de esa época era horroroso), pero siempre es mejor que lo actual.
Retrotraer los manuales y planes de estudio y reglas de ingreso, disciplina, exámenes, notas, etc. a dicha fecha. [Podemos cambiar las ilustraciones de los manuales para que se vean modernos].
Con eso, estaremos mejor.
Esto implica que la educación vuelve a la Nación, que los aspirantes a docentes deben dar exámenes para ingresar al profesorado, etc.
El otro punto es que el Estado recobra la administración de los docentes: exámenes de ingreso, valuaciones, ascensos, sanciones, control de licencias médicas.
No me voy a ocupar hoy de la educación universitaria (*).
Volver a diciembre 1975 es rebootear. Cualquier evolución que querramos tener, debe partir de ahí y no del punto actual.
Lo que no va a volver es el nivel de los maestros. Rescatar a los maestros de la vieja escuela, llamar a algunos jubilados y decirles a los que quedan: esto es así, el que lo acepta se queda, el que no, se va.
Ofrecer buenos salarios y darle oportunidades a personas que trabajan en otros quehaceres (en sector público o privado) a dar los exámenes correspondientes e ingresar al cuerpo docente, pero siempre dentro del plan general que la Nación requiere.


Más a futuro:

Contrariamente a lo que es la moda actual de la computación, creo que debemos ir para el otro lado.
Microsoft, Facebook y otros, (además de los proveedores de notebooks) nos quieren vender que la computadora en educación es imprescindible. No. Es sólo un soporte más.
Se deben tener buenos profesores, un buen sistema disciplinario que garantice la seguridad de los docentes y alumnos y un esquema ordenado dentro del aula, más buenos manuales de estudio.
Si el Blackwood está en papel o compu, es irrelevante. Los alumnos deben estudiar y hacer los ejercicios. El resto es piripipí.


La educación deseada.
Creo que debemos educar al soberano, a un ciudadano para la libertad y a un humano autosuficiente. Eso no incluye a un gil que sin computadora no sabe hacer nada y que cree que la leche sale de la heladera.
Debemos tener primaria de doble turno. Se debe enseñar lengua, con mucha exigencia y seriedad. Redacciones una vez por semana, dictados todos los días, clásicos argentinos, latinoamericanos y españoles. Prosa, poesía y dramaturgia. Gramática.
Matemática. Ejercicios diarios. Conocimientos amplios (tomar el modelo de educación matemática soviético), álgebra, matemática moderna, geometría.
Ciencias: todas, con rigor, con conocimiento teórico de base y con talleres. Libros de texto de los mejores: Chang, Villé, Blackwood, o equivalentes que hagan profesionales locales.
Firme formación en historia, con todos los ingredientes (parece que ahora no les enseñan las historias de nuestras batallas, no sé qué pensarán, que la libertad se conquista poniendo velas en Les Champs-élysées).
Geografía. Astronomía. En fin, la formación que yo recibí en primaria y secundaria del Estado.

Artes: música, plástica, drama. Educación física de verdad, conocer su cuerpo, saber de la disciplina del ejercicio (ahora les tiran una pelota y los profesores charlan). Inglés de verdad, con profesores ingleses. Secundario con Advanced. Higiene. Economía doméstica
Pero hay cosas que creo que hay que agregar y tiene que ver con preparar a las personas para el futuro que viene.
Deben saber autosostenerse y defenderse.

Escuela agropecuaria.
Quién sabe. Tal vez muchos niños descubran que
son felices al lado de animales. Cuidándoles, respetándolos.
Educación agropecuaria. Idealmente una vez por semana. En el peor de los casos, una vez cada quince días. Tenemos suficientes escuelas agrícolas como para tomar planes de estudio y sacar docentes que formen docentes. Lo que todo argentino debe saber es cómo adquirir su propia comida en cualquier situación. Saber sembrar, cuidar, cosechar. Cuidar a los propios animales. Ordeñar, vacunar. Tener huerta, cultivos de cereales, animales pequeños (conejos, de corral) y grandes. Elaboración de alimentos (embutidos, quesos). Tiene dos objetivos: que sepan autoabastecerse en un escenario catástrofe y que sepan que la riqueza argentina viene del campo, que hay que levantarse a las cuatro de la mañana, para ordeñar o para ayudar a parir.
Esto se complementa con un serio estudio de ciencias naturales: biología, forestación, zoología, fisiología, bioquímica, farmacia.
Enseñanzas prácticas: las personas deben saber de nutrición, economía doméstica, gastronomía doméstica. Saber cambiar un enchufe y levantar una pared. Que toda persona salga de segundo año del secundario sabiendo levantar una pared, y poder controlar un obrero o un electricista.
Olimpíadas de Ciencias.

Volver a tener educación comercial para toda la población. Todos deben saber calcular un interés o llevar sus libros contables domésticos.
Todos los argentinos deben saber nadar.
Volver a la educación de oficios. Tener una primaria MUY BUENA Y UNIVERSAL. Después que sepan ser matriceros, electricistas, plomeros, soldadores. Si quieren volver al estudio podrán. Para eso habrá escuelas nocturnas.
Volver a la educación de oficios de la FFAA, complementarias con las escuelas industriales.
Participantes 2015.

No todo está perdido. Hay buenas escuelas industriales, basta ver la competencia anual de vehículos prototipos de automóviles eléctricos en las que participan los alumnos de quinto año. Un lujo.

Particular foco merece la estructura edilicia. La calidad del edificio le dice al alumno la importancia que él tiene para el Estado. Si el estado construye y mantiene un edificio de materiales nobles (mármoles, roble, vitrales) le dice al alumno: "usted mi importa". Si la administración mantiene el edificio limpio y pintado y cada aula cuenta con láminas de próceres y mapas, el Estado dice: "usted me importa". Los actuales edificios escolares, con las persianas rotas (torcidas) dicen: "usted no me importa".
Persianas rotas en Escuela en Av. Las Heras casi Av. Coronel Díaz.
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Luego de 9 años de gobierno PRO tienen las escuelas en estado deplorable.
Sobre la importancia de la calidad edilicia en la educación recomiendo el libro de Mónica Maldonado "Una Escuela dentro de una Escuela", EUDEBA. Es corto y claro.


* * *
No empezamos de cero.

Arranquemos.


* * *
                        






* * *


[1] “Nostalgias”, letra de Enrique Cadícamo:
Quiero emborrachar mi corazón
para apagar un loco amor
que más que amor es un sufrir...
Y aquí vengo para eso,
a borrar antiguos besos
en los besos de otras bocas...
Si su amor fue "flor de un día"
¿porqué causa es siempre mía
esa cruel preocupación?
Quiero por los dos mi copa alzar
para olvidar mi obstinación
y más la vuelvo a recordar.


Nostalgias
de escuchar su risa loca
y sentir junto a mi boca
como un fuego su respiración.
Angustia
de sentirme abandonado
y pensar que otro a su lado
pronto... pronto le hablará de amor...
¡Hermano!
Yo no quiero rebajarme,
ni pedirle, ni llorarle,
ni decirle que no puedo más vivir...
Desde mi triste soledad veré caer
las rosas muertas de mi juventud.


Gime, bandoneón, tu tango gris,
quizá a ti te hiera igual
algún amor sentimental...
Llora mi alma de fantoche
sola y triste en esta noche,
noche negra y sin estrellas...
Si las copas traen consuelo
aquí estoy con mi desvelo
para ahogarlos de una vez...
Quiero emborrachar mi corazón
para después poder brindar
"por los fracasos del amor"...
[2] Parte de la bibliografía básica de este trabajo no es de psicopedagogos, sino dos libros que tengo de cabecera en el tema: “Una escuela dentro de una escuela”, EUDEBA, de la antropóloga Mónica Maldonado, y “Arquitectura en la Argentina del siglo XX: la construcción de la modernidad” del arquitecto Jorge Francisco Liernur, publicado por el Fondo Nacional de las Artes, actualmente agotado.
[3] Tulio Halperín Donghi, “Una nación para el desierto argentino”, Centro Editor para América Latina.
[4] Le tenía particular inquina al Dr. Ramos Mejía.

[5] La pérdida de calidad de la escuela pública. Durante el gobierno Alfonsín lo lograron con decenas de días de huelga. Esto expulsó a alumnos de la escuela pública. Y luego con Cavallo (del Opus Dei) que hizo que las arcas públicas le paguen la totalidad de la nómina salarial de docentes a las escuelas privadas. Tienen los alumnos y los impuestos les pagan los sueldos. No se me ocurre mejor negocio.

[6] Hace más de veinte años que los docentes de Los Ángeles se oponen a los exámenes y calificaciones, bajo la excusa de que discrimina a los alumnos. La verdad es que se oponen para no poner en evidencia el pésimo servicio que brindan.
(*) La noche de los bastones largos. Carlos Grinblat me recordó que a este análisis le falta un hecho que dio vuelta para siempre la historia universitaria argentina; el día que la policía de Onganía echó a científicos a bastonazos de adentro de la facultad, lo que provocó que muchos de ellos emigraran. El Sr. Grinblat tiene razón. Como es un tema de muchas aristas y estoy segura de que no puedo, hoy por hoy, tratarlo con conocimiento de causa, me limité a hablar de la educación primaria y secundaria.
Queda pendiente, entonces, el tema universitario.