Twitter

martes, 5 de diciembre de 2017

CIVILIZACIÓN

1492

Hace un poco más de cinco siglos que los españoles descubrieron América y así, como si tal cosa, iniciaron la mayor gesta civilizadora de la humanidad. 1492.
Venían de echar a los musulmanes de la península y eran un reino más de Europa, ni siquiera el más rico o el más refinado. Mucho menos si lo comparamos con la rica vecina Aquitania o con los puertos de Génova o Venecia.
Isabel de Castilla, Reina Católica.
Aún así se pusieron sobre los hombros una tarea titánica, que todo esto sea dicho con la distancia de dos siglos desde que cortamos el cordón umbilical, tan mal no lo hicieron.
Grabados de Theodor de Bry 1528-1598,
en el Página 12 de la época.

Existe una leyenda negra respecto de la conquista de América. La misma fue difundida (o construida) por ingleses y holandeses a partir del SXVII con el fin de minar el dominio español, al cual aspiraban a substituir. Fue una campaña de propaganda contra el mayor imperio de Occidente.

Su principal enemigo quería reemplazar su poder en tierra y mar, lo que finalmente lograrían en el SXIX. Y esta leyenda negra fue - relativamente - exitosa. La verdad es que Inglaterra susbtituyó a España como nación más poderosa de la tierra por medios militares y diplomáticos. La propaganda fue sólo una herramienta más.
Diego Velázquez, la rendición de Breda.
Como toda propaganda tomaba elementos verdaderos, los combinaba con otros dudosos o directamente falsos.
Los argumentos de los españoles, aún los actuales, es resaltar los horrores imperialistas ingleses. Floja defensa.
Esa leyenda negra tuvo varios usos posteriores:

1. En el SXIX fue utilizada por hispanoamericanos patriotas para denigrar el pasado español y resaltar el nuevo orden imperante. Sin embargo en más mesurada que la versión británica toda vez que sus receptores eran contemporáneos y sabían cuánto había de verdad y cuánto no.

2. El marxismo americano la retomó luego de la Revolución Cubana. Un ejemplo propagandístico es “Las Venas Abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano. El autor, años después, reconoció que mintió asquerosamente (esta confesión no tuvo mayor difusión). Dice: español malo-malo, indio bueno-bueno. Y hace un listado de las salvajadas españolas, iniciando el recuento, al igual que los amigos ingleses, por los testimonios que recogió fray Bartolomé de las Casas (dominico)  en “Brevísima relación de la destrucción de las Indias”, y luego continúa con toda suerte de matanzas y despojos.
Más allá de que puede haber elementos de verdad en ambos casos (y los hay), lo cierto es que Galeano, adrede, omite cualquier información que pueda resaltar el rol civilizador de España, presenta a los indios siempre como el “buen salvaje” de Rousseau [1].


Bartolomé de las Casas no defiende la conquista, pero no era su obligación. Él hace un informe, casi de auditoría, como si fuera Despouy en la Auditoría General de la Nación. Marca los errores y punto. Y era su obligación hacerlo, ya que la Corona siempre mandaba veedores y auditores para controlar las salvajadas de los conquistadores (¿la Corona Británica hizo algo similiar?). ¿Por qué mandaba auditores? Porque Isabel de Castilla, Reina Católica, en su testamento dejó bien en claro que a sus súbditos americanos (los indios) había que cuidarlos y cristianizarlos.
Esa excusa de Bartolomé de las Casas, por supuesto, no la tienen ningunos de los “indigenistas” de la segunda mitad del SXIX a hoy, siendo uno Galeano y otro, por supuesto, Gieco [2] (¡el gringo Gieco, de Santa Fe! ¡Qué farabutes son estos tipos!) en “Cinco Siglos Igual”.


La izquierda marxista latinoamericana se apropió del indigenismo, con gran éxito. Tiene varios usos que trataré de enumerar: el indigenismo es pan-nacional (nuestroamericano, como diría la drogona de La Plata).
Saca el conflicto del marco de la Nación. Dejan de ser individuos ecuatorianos sojuzgados o sometidos por tal o cual persona o situación y sometidos a la ley ecuatoriana que debería revisar la afrenta y, eventualmente, ordenar su reparación y/o indemnización, o pobres guatemaltecos desprovistos de sus tierras por su gobernantes y entregada a precio vil a la United Fruit Company y pasan a ser comunidades con conflictos con “el blanco” (como si los marxistas no fueran blancos).


El marxismo no cree en las naciones y explícitamente busca destruir la organización “Nación” en todos lados. Ver Merkel. Para poder sostener el delirio del indigenismo, por supuesto, debe omitir las salvajadas que algunos pueblos indígenas cometían: la opresión de pueblos indígenas por otros, la poligamia, el maltrato a la mujer, la esclavitud, los tomentos , los sacrificios humanos, el pago de tributos en especie (seres humanos) y el canibalismo. Detalles. Pues jamás dejaremos que la realidad o la verdad interfieran con el mensaje que se debe dar.
También porque existen comunidades en toda América objetivamente relegadas. Caldo de cultivo para fogonear “la revolución”.
El indigenismo también fue siempre funcional a Cuba, donde no había indígenas. Genial, algo que no le jugaría como boomerang.
Y también porque denigrar a los españoles, es denigrar a los criollos que se hicieron cargo de América en el SXIX y por lo tanto el orden establecido que quisieron reemplazar en el SXX y quieren reemplazar ahora. Es denigrar un orden liberal y burgués, en nuestro caso representado por la Constitución de Alberdi de 1853.
Que Fidel Castro y Ernesto Che Guevara sean todos blanquitos no mella en nada sus argumentos porque, como sabemos, la izquierda es impermeable a los hechos.
Como fuera, es un gran argumento para generar intranquilidad y discordia en todos los países americanos. “Generar las condiciones para la revolución”. Ganar espacio público y como siempre, las clases medias urbanas de izquierda (en Palermo Sensible o en Ciudad de México o en Lima) no perdieron la oportunidad de ejercer su condescendencia con esos “buenos salvajes” o “nobles brutos”.



Esa construcción ideal de venir a redimir y salvar del sojuzgamiento al buen salvaje se les hizo trizas en la Argentina durante la lucha armada de los ‘70. El caso paradigmático es el ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29 u “Operación Primicia” el 5 de octubre de 1975 en Formosa. Ahí, los nenitos bien de Montoneros, blanquitos, adoctrinados, entre otros, por la siempre “traviesa” Iglesia Argentina y su Doctrina de la Liberación fueron reventados - literalmente - a tiros por los morochazos (“negros de mierda" dirían las madres blancas de los montoneros blancos) conscriptos que estaban de guardia.

Jerarcas montoneros. Todos blancos.
Todos de clase media con pretensiones
y buena educación.
Todos despreciaban (o desprecian) a los "negritos"
a los que buscaban iluminar y redimir.
Nunca entendieron - ni entienden hoy - la sólida y arraigada relación entre los hombres del país y la Nación Argentina. Y no lo entienden porque parte de su cabeza no la tienen acá, adoran supuestas bonanzas externas y porque fue una parte, menor por cierto, de descendientes de inmigrantes que nunca terminaron verdaderamente de amar al país.

Estos son los muchachos que los niños bien porteños asesinaron.

Entonces no pueden entender por qué un muchacho extremadamente pobre, de 21 años, de Formosa, se niegue a rendirse y los cosa a balazos a ellos, que supuestamente venían a iluminarle al pobre tipo. Hay algo muy de cura, muy de sacerdote, en todo esto. Muy enfermos de superioridad y soberbia. Como los curas. Muy "vení que te explico".
Y los argentinos, pobres, más o menos pobres, pobrísimos, o acomodados, por lo menos en la década del ‘70, hoy no sé, amaban a su Patria. Y si quedó alguna duda, tenemos Malvinas. ¿Por qué? Sinceramente no lo sé, pero tiro algunas ideas: a. son ciudadanos de pleno derecho en la Argentina - podrán ser pobres - pero ciudadanos, b. la escolarización universal y horizontal que implementó Sarmiento y duró hasta la década del ‘60. c. el propio servicio militar, universal e igualitario, d. la libertad de ir y venir, de hacer tu vida y salir a pelearla, e. la idea de Patria, luego de 150 años de Independencia.


Gesta Civilizadora


Los españoles, a diferencia de las colonizaciones inglesas, holandesas y francesas, tenían por objeto incorporar el territorio conquistado como parte de España. No querían sólo explotar las riquezas del lugar y abusar de sus pobladores sino incorporarlos a su cultura y hacer de ese territorio una extensión del territorio madre. Colonia en el sentido helénico del término, cuando Grecia salió a crear colonias por todo el Mediterráneo a imagen y semejanza del hogar.
Esto implicó varias cosas por parte del Reino de Castilla que trataré de enumerar a vuelo de pájaro:
  • Se creó un protocolo de conquista. La persona encargada, a la que se daba el permiso de conquista sobre una tierra, tenía una larga serie de obligaciones, que incluía las cosas que tenía que hacer y cómo tratar a los nativos.
  • Luego de largos debates, Castilla resolvió que los indios americanos eran humanos. Además decidió que serían súbditos de la Corona y por lo tanto sujetos a protección por parte del Rey o de la Reina.
  • Al resolver que eran humanos y súbditos, por lo tanto debían ser educados en la fe católica [3].
  • Toda expedición tenía curas, con una cuádruple tarea: brindar acompañamiento religioso a los conquistadores, misionar, ser contralor (auditores) de lo que hacían los hombres de armas, preservar la parte de la Iglesia (en la obtención de tierras o en las remesas económicas).
  • Todos los exploradores o adelantados tenían obligación de fundar ciudades, con una planta tipo definida en Castilla que contara con: plaza principal, edificio municipal (Cabildo), fuerte militar, escuela, sanatorio o sala de servicios de salud, iglesia.
  • A donde fueron enseñaron castellano y buscaron incorporar a los indios a la fe católica.
  • En el caso de la pampa húmeda, las tribus tenían tratamiento diferenciado si juraban obediencia al rey o no, y si aceptaban la fe católica o no. Por eso la publicidad de algunas conversiones al catolicismo de algunos caciques. Las mismas venían acompañadas de privilegios económicos o de trato.


España fundó universidades. Lo hizo mucho antes (cien años antes) de que los ingleses hicieran lo propio en sus colonias americanas (hoy Canadá y EEUU). Harvard fue fundada en 1636.
Universidades en América:


  • 1538, Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, Santo Domingo.
  • 1551, Real y Pontificia Universidad de San Marcos, Lima.
  • 1551, Real y Pontificia Universidad de México, México.
  • 1552, Real Universidad de La Plata, Sucre.
  • 1558, Real y Pontificia Universidad de Santiago de la Paz y de Gorjón,  Santo Domingo.
  • 1580, Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, Bogotá.
  • 1603, Universidad de San Fulgencio, Quito.
  • 1608, Pontificia Universidad de San Ildefonso, Lima.
  • 1621, Universidad de Córdoba, Córdoba.
  • 1621, Pontificia Universidad de San Ignacio de Loyola, Cuzco.
  • 1621, Pontificia de San Francisco Javier, Bogotá.
  • 1622, Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, Santiago de Chile.
  • 1622, Real y Pontificia Universidad de San Gregorio Magno, Quito.
  • 1624, Real y Pontificia Universidad de Mérida, Yucatán.
  • 1624, Real y Pontificia Universidad de San Francisco Xavier, Sucre.
  • 1625, Universidad Pontificia Colegio Máximo de San Miguel, Santiago de Chile.
  • 1676, Real Universidad de San Carlos Borromeo, Guatemala.
  • 1677, Universidad de San Cristóbal, Huamanga, Perú.
  • 1681, Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, Quito.
  • 1692, Real Universidad de San Antonio Abad, Cuzco.
  • 1721, Universidad de San Jerónimo, La Havana.
  • 1721, Real Universidad de Santa Rosa, Caracas.
  • 1724, Universidad Pencopolitana, Concepción, Chile.
  • 1738, Real Universidad de San Felipe, Santiago de Chile.
  • 1786, Real Universidad Pública Santo Tomás de Quito.
  • 1792, Universidad de Guadalajara.

Los edificios que España hizo en América, tanto edificios públicos, como iglesias como universidades u hospitales fueron exponentes del barroco, que nada tienen que envidiar a sus pares europeos.
Lo que quiero decir es que la forma de conquista de España era la de traspasar la cultura, por imposición o seducción. Incorporar. Hacer españoles. Civilizar. Era hacer de América parte de sí misma, y no un lugar sólo para expoliar. Por eso hay catedrales como la de Lima o universidades como la de Cuzco o Chuquisaca con edificios monumentales. No fue así la aproximación de Europa hacia África o Australia, por ejemplo.
España obtuvo montañas, literalmente, de oro. Pero también creyó tener una misión: civilizar a imagen y semejanza. Esa fuerza, esa convicción, no la tuvo ninguna potencia europea que se largó a los otros cuatro continentes. Muchos de ellos se limitaron a convivir con los salvajes y que estos mantuvieran su fe y sus costumbres y su idioma. Aunque no lo crean, civilizar requiere mucho esfuerzo: mucho dinero y muchas horas-hombre, mucho recurso humano. Sólo España quiso invertir su sangre en esta empresa.

Cabildo de Asunción.

Cabildo de Salta.

Catedral de México.

Capilla del Carmen, Quito.

Iglesia de San Francisco, Quito.

Iglesia de San Lorenzo, Potosí.


Catedral de Córdoba.

Palacio de Gobierno de Guadalajara.

Real Audiencia, Santiago de Chile.

Universidad de Chuquisaca (Sucre).

Hospital.de Guadalajara.
Iglesia de Santo Domingo, Oaxaza.

Estos son una mínima fracción de los edificios que los españoles construyeron en América. Podrían haberse llevado TODO el dinero. No, una parte la dejaron para seducir, impresionar incorporar a la población [4]. España no quería una América pobre para someterla sino como extensión de su esplendor. En el SXVIII el virreinato de Nueva España (México) era más rico que la propia España[5].

Continuará.

* * *

* * *
[1] Que no deja de ser una forma condescendiente de tratar a otras personas, y que implica, como todos sabemos, la enorme soberbia de la izquierda y el desprecio a quienes dicen “querer proteger”. No tratan a los indios como iguales, sino como minusválidos a los cuales, los iluminados, educados y ...piolas, deben cuidar. Un poco como fray Bartolomé.
[2] Gieco saltó a la fama con la letra “Sólo le pido a Dios que la muerte no me sea indiferente”. Parece que Dios no le atendió el celular a Gieco. La muerte sí le es indiferente, cantó para Cristina Fernández mientras mataban a decenas de compatriotas en el Norte.
Siempre me llamó la atención esa frase. ¿Tenés que pedirle a Dios que algo no te sea indiferente? ¿Vos por las tuyas no podés? ¿Qué clase de sapo tenés que ser para que no tengas esos sentimientos imbuidos en vos?
Ese día Gieco se murió para mí.
[3] Tenían tanto derecho de ingresar al Reino de los Cielos como cualquiera. Debían poder ser parte de algo que los españoles creían superlativo: la cristiandad. Era, para ellos, dar y no quitar (sacarles su paganismo), sino ofrecerles a los salvajes la maravilla del libre albedrío y de la Gracia de Dios.

[4] La mejor explicación de la función de la arquitectura como símbolo de poder se puede leer en un libro de pocas páginas, Ed. EUDEBA, "Una escuela dentro de una escuela", de Mónica Maldonado.



[5] Impresionantes los edificios coloniales de Guadalajara.